NOCHE DE PAZ (VILLANCICO)


Noche de paz (villancico)
Noche de paz, noche de amor,
Todo duerme en derredor.
Entre sus astros que esparcen su luz
Bella anunciando al niñito Jesús
Brilla la estrella de paz
Brilla la estrella de paz

Noche de paz, noche de amor,
Todo duerme en derredor
Sólo velan en la oscuridad
Los pastores que en el campo están;
Y la estrella de Belén
Y la estrella de Belén

Noche de paz, noche de amor,
Todo duerme en derredor;
sobre el santo niño Jesús
Una estrella esparce su luz,
Brilla sobre el Rey
Brilla sobre el Rey.

Noche de paz, noche de amor,
Todo duerme en derredor
Fieles velando allí en Belén
Los pastores, la madre también.
Y la estrella de paz
Y la estrella de paz
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LOS REYES MAGOS - CUENTO

Cuento los reyes magos:
Hace muchos, muchos años, vivían tres grandes Reyes, muy sabios y muy queridos por su gente. Se llamaban Melchor, Gaspar y Baltasar.

Una noche, mientras el Rey Melchor paseaba por el jardín de su palacio, buscando una cura para unas flores que poco a poco se marchitaban y nadie sabía como curar, vio una estrella que no era muy normal. Esa estrella bajó del cielo y lo avisó que había nacido el hijo de Dios y que, si quería verlo, debía seguirla.

El Rey Melchor vio que todas las flores de su jardín volvían a la vida. Maravillado por el milagro, ordenó preparar el camello para partir tan pronto como fuese posible. Y cogió algo de oro para ofrecerlo como regalo. Bien el hijo de Dios se merecía un gran puñado de oro. Miró al cielo y observó que, aún siendo ya de día, aún se veía la estrella y se dispuso a seguirla.

Esa misma noche, el Rey Gaspar estaba ocupado ayudando a sofocar un fuego que quemaba la gran Biblioteca Real. Libros y pergaminos ardían sin tregua y parecía que el agua no los podría apagar. Cuando en un descuido el Rey se encontró rodeado por el fuego, solo, en una habitación sin salida. Se alzó con una silla y se acercó a una ventana de la habitación para poder respirar. De repente, estando en la ventana, vió una estrella que se le acercaba rápidamente. El Rey Gaspar se apartó de la ventana, temiendo que la estrella le cayese encima, pero se quedó quieta en el centro de la habitación donde estaba el Rey Gaspar y le dijo que el hijo de Dios había nacido y que si lo quería ir a ver, la tenía que seguir. Acto seguido el fuego empezó a remitir y se apagó solo.

Sin pensarlo, después del milagro que había visto, ordenó preparar un camello, cogió un puñado de incienso para regalárselo al hijo de Dios y, aunque no había amanecido, ya salía a seguir la estrella.

Finalmente esa misma noche la estrella aún hizo una última visita. El Rey Baltasar estaba en su palacio buscando un león que se había fugado y corría por los pasillos de palacio. Súbitamente, al giro de un pasillo, se encontró frente a frente con el león. Cuando el león estaba apunto de abalanzarse sobre el Rey, una luz se interpuso entre ellos y una voz dijo: Ha nacido el hijo de Dios, si lo quieres venir a ver, sígueme. Dicho esto, esa luz se dirigió hacia el cielo y se transformó en estrella. El león se apaciguó y el Rey lo pudo acompañar dócil hasta su jaula sin más problemas. Hecho esto, el Rey ordenó preparar un camello, cogió un poco de mirra, un regalo digno de un Rey para el hijo de Dios, y partió para seguir la estrella antes de acabar la noche.

A los pocos días, siguiendo la estrella, los tres Reyes se encontraron en un cruce de caminos. Se alegraron mucho de dicho encuentro, puesto que se conocían y hasta ese momento habían hecho el viaje solos.

Ninguno de los tres Reyes había reparado en coger demasiada comida ni bebida para poder salir pronto a seguir la estrella, así que los tres se paraban pidiendo hospitalidad en las casas que se encontraban por el camino, algo de comida y agua, para ellos y sus camellos, para poder seguir la estrella.

Por doquier encontraron campesinos y ganaderos que de buena gana les ofrecían alojamiento y comida. Y ellos aprovechaban para comentar la buena nueva: Iban a ver al hijo de Dios que había nacido entre los hombres.

Después de días de camino, llegaron a Jerusalén, una gran ciudad, capital del Reino de Judea. Allí perdieron de vista la estrella, así que decidieron quedarse a pasar unos días hasta ver de nuevo la estrella. ¿O era que el hijo de Dios había nacido allí?

Querían quedarse a las afueras de Jerusalén, y preguntar a la gente si sabía dónde había nacido el hijo de Dios. Pero alguien avisó de la presencia de los Reyes a Herodes, que era el gobernador de los judíos, y había mandado un page a buscar a los Reyes y llevarlos a su palacio.

Los Reyes no declinaron la oferta, pues estaba muy mal visto negarse a una invitación, y pensaron que quién mejor que Herodes para saber si en su tierra había nacido el hijo de Dios.

Al llegar a palacio Herodes les había preparado un majestuoso banquete, el mayor que los Reyes hubieron comido en todo el camino. A media cena Herodes les preguntó el motivo de tan ilustre e importante visita. Fue Melchor el que contestó: Hemos venido a ver al hijo de Dios, el mesías. Hemos seguido una estrella que nos ha llevado hasta tu ciudad, pero aquí lo hemos perdido. ¿No sabrás tu dónde nació el hijo de Dios?

Herodes en ese momento se quedó pensativo. El hijo de Dios, ¡el mesías! ¿Y si había venido a usurparle el trono? Y aún no usuarpándoselo, tal vez los judíos preferirían seguir al hijo de Dios y no a él. Así que Herodes decidió que el hijo de Dios era una amenaza para él. Pero no sabía en qué lugar estaba, y se le ocurrió un plan.

No, no sé en qué lugar nació el hijo de Dios – dijo como si nada – Pero me alegra mucho saber que ha escogido mi reino para nacer. Buscadlo, tenéis libertad para ir allí donde queráis. Todas las puertas os serán abiertas, pero cuando lo encontréis, no os olvidéis de avisarme, puesto que yo también quiero adorarlo.

Los Reyes no vieron la malicia que se escondía detrás de esas palabras y quedaron muy satisfechos. Estuvieron todo el día por Jerusalén y, al anochecer, volvieron a ver la estrella. Así que se pusieron en marcha.

Pronto llegaron a un pueblo pequeño: Belén. Allí la estrella bajó en las afueras de la ciudad y se posó sobre un establo muy pobre donde muchos pastores y campesinos también se estaban acercando.

Los Reyes se aproximaron cautelosamente. Vieron en medio del establo viejo un niño recién nacido en brazos de su madre. Los pastores les dejaron llegar hasta la madre, que se presentó. María y su hijo: Jesús.

El Rey Melchor se acercó y recordando las flores marchitas que se habían sanado, le dio el oro que trajo con él. El Rey Gaspar también se acercó, y recordando las llamas que casi consumen su vida, le dio el incienso que había traído para el hijo de Dios. Finalmente el Rey Baltasar se acercó y recordando el manso león le dio la mirra que había traído para el mesías.

Al salir de allí, la estrella se volvió ángel y se presentó: Soy el Arcángel Gabriel, y os tengo que avisar. No aviséis a Herodes como os pidió, pues teme a Jesús y sólo le desea mal.

Los Reyes se pusieron tristes al oír esta noticia, pero se marcharon sin avisar a Herodes y sin volver a pasar por Jerusalén.

Por el camino los Reyes se supieron más sabios todavía, pues habían vivido la bondad de la gente más humilde que los acogió por el camino, que les dio de comer a cambio de nada y el mismo hijo de Dios, que había nacido entre ellos, en un establo. Y decidieron desde entonces recorrer el mundo para celebrar la buena nueva, repartiendo regalos y riquezas.

Pero como entonces, los Reyes van con poca comida y bebida. Por eso es importante que les dejéis algo de comer y beber para su largo viaje.
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EL PEQUEÑO ABETO - CUENTO


El pequeño abeto
Había una vez un pequeño abeto en un gran bosque que estaba muy triste. Y lloraba. ¿Sabéis por qué? Porque no le gustaban sus hojas.

- Snif, Snif – lloraba – no me gusta estas hojas tan puntiagudas. Todos los árboles tienen hojas más bonitas que las mías.

I estuvo llorando todo el día, hasta que de noche, se durmió. Al día siguiente, el abeto se despertó y vió que sus hojas eran grandes hojas de oro.

- ¡Oh! ¡Qué contento estoy! ¡Qué hojas más preciosas! Son todas tan doradas ...

Pero tan bonitas eran que pasó un ladrón y se las llevó todas. Y el pequeño abeto volvió a llorar:

- Snif, snif – lloraba – Ya no quiero hojas de oro. Ahora quiero hojas de cristal, ¡que son igual de brillantes pero incluso más bonitas!

Esa noche volvió a dormirse pensando en tener hojas de cristal. Y otra vez al despertarse vió su deseo cumplido. Hojas y hojas de cristal coronaban su copa.

- ¡Oh! ¡Qué contento estoy! ¡Qué hojas más preciosas! Son todas tan brillantes...

Pero ese día sopló un viento huracanado que tiró todas las hojas, rompiéndolas en pedacitos. Y el abeto volvió a llorar.

- Snif, Snif – lloraba – Ya no quiero hojas de cristal. ¡Ahora quiero hojas verdes!

Y con ese deseo se durmió otra vez. Y una vez más, al despertarse, vio su deseo hecho realidad

- ¡Oh! ¡Qué contento estoy! ¡Qué hojas más preciosas! Son todas tan verdes...

Pero ese día pasó un rebaño de cabras y vieron sus hojas verdes tan apetecibles que se las comieron todas. Y el pequeño abeto volvió a llorar.

- Snif, Snif – lloraba – Ya no quiero hojas verdes. Ni de cristal. Ni de oro. ¡Quiero mis hojas puntiagudas!

Y esa noche, triste, se volvió a dormir. A la mañana, al despertar, vio que volvía a tener sus hojas puntiagudas. Y sin nadie que las robara, las rompiese o las comiese, creció hasta hacerse un gran abeto y dar cobijo a los animales del bosque.
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SAN JORGE Y EL DRAGÒN - CUENTO


Resumen del cuento:
Se dice que hace mucho tiempo la ciudad de Montblanc vivía angustiada por la presencia de un feroz dragón. Un dragón que volaba, escupía fuego y de tan terrible aliento que algunos morían al olerlo.

Ese dragón era la pesadilla de los ganaderos, pues se comía todo el ganado que encontraba. Se comió todos los conejos de desayuno. Al mediodía acabó con todos los cerdos. De merienda le vino bien comerse a todas las ovejas. Y la cena fueron todas las vacas.

Cuando ya no quedaba nada que darle de comer al dragón, este les exigió que cada semana se le entregase un chico o una chica de la ciudad para comer, de lo contrario, acabaría con la ciudad.

Los habitantes de la ciudad estaban aterrados. Decidieron que se elegiría por sorteo entre todos jóvenes de la ciudad quién sería el desafortunado que debía servir de alimento a tan despiadado dragón.
 
La primera afortunada fue, ni más ni menos, que la hija del Rey. La joven princesa se puso a llorar desconsolada. También su padre lo hizo, que aún siendo el Rey y poder cambiar las leyes a su antojo, pensó ... ¿quién iba a ofrecer a sus hijos para calmar el dragón si el propio Rey rehuía de ello?

Así que cuando la princesa salió al encuentro del dragón, el Rey y todos los ciudadanos rezaron para que ocurriera un milagro, que el dragón desapareciese, la joven princesa pudiera volver a casa y todo hubiese sido una horrible pesadilla.

La princesa caminó hasta la cueva del dragón. No tenía pérdida, sólo tenía que seguir el hedor que dejaba el dragón tras de si. Oyó que el dragón salía de la cueva. Feroz la enseñó los dientes mientras se reía "¡Que gran festín!" dijo.

Pero de repente se oyó un caballo que iba al galope. Y un grito de guerrero "¡Enfréntate antes a mi, dragón!". Y valiente apareció un caballero montado sobre un blanco corcel.

El dragón se abalanzó sobre él y empezó una lucha terrible hasta que finalmente el caballero consiguió con su lanza travesar el corazón del dragón, que cayó fulminado al suelo.

De la sangre que salía de la herida del dragón, nació un rosal, con rosas rojas. El caballero cortó una y se la regaló a la princesa, para presentarse y llevarla de vuelta al castillo.

Una vez allí el caballero se despidió de ella y siguió su camino.
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EL PASTORCITO MENTIROSO - CUENTO


Resumen del cuento
Erase una vez un pequeño pastor que se pasaba la mayor parte de su tiempo cuidando sus ovejas y, como muchas veces se aburría mientras las veía pastar, pensaba cosas que hacer para divertirse.

Un día, decidió que sería buena idea divertirse a costa de la gente del pueblo que había por allí cerca. Se acercó y empezó a gritar:

- Socorro! El lobo! Que viene el lobo!

La gente del pueblo cogió lo que tenía a mano y corriendo fueron a auxiliar al pobre pastorcito que pedía auxilio, pero cuando llegaron, descubrieron que todo había sido una broma pesada del pastor. Y se enfadaron.

Cuando se habían ido, al pastor le hizo tanta gracia la broma que pensó en repetirla. Y cuando vió a la gente suficientemente lejos, volvió a gritar:

- Socorro! El lobo! Que viene el lobo!

Las gentes del pueblo, en volverlo a oír, empezó a correr otra vez pensando que esta vez si que se había presentado el lobo, y realmente les estaba pidiendo ayuda. Pero al llegar donde estaba el pastor, se lo encontraron por los suelos, riendo de ver como los aldeanos habían vuelto a auxiliarlo. Esta vez los aldeanos se enfadaron aún más, y se marcharon terriblemente enojados.

A la mañana siguiente, el pastor volvió a pastar con sus ovejas en el mismo campo. Aún reía cuando recordaba correr a los aldeanos. Pero no contó que, ese mismo día, si vió acercarse el lobo. El miedo le invadió el cuerpo y, al ver que se acercaba cada vez más, empezó a gritar:

- Socorro! El lobo! Que viene el lobo! Se va a comer todas mis ovejas! Auxilio!

Pero esta vez los aldeanos, habiendo aprendido la lección el día anterior, hicieron oídos sordos.

El pastorcito vió como el lobo se abalanzaba sobre sus ovejas, y chilló cada vez más desesperado:

- Socorro! El lobo! El lobo! - pero los aldeanos continuaron sin hacer caso.

Es así, como el pastorcito vió como el lobo se comía unas cuantas ovejas y se llevaba otras para la cena, sin poder hacer nada. Y se arrepintió en lo más profundo de la broma que hizo el día anterior.
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LA LIEBRE Y LA TORTUGA - CUENTO


Resumen del  cuento:
Un día una liebre se burlaba del lento caminar de una tortuga.
La tortuga, sin ofenderse, le replicó:
Tal vez tu seas más rápida, pero yo te ganaría en una carrera.
Y la libre, totalmente convencida que eso era imposible, aceptó el reto. La tortuga estaba completamente segura que iba a ganar, así que dejó que la liebre eligiera el recorrido e incluso la meta. La liebre eligió un camino muy fácil para ella: Lleno de obstáculos para que la pobre tortuga, con las piernas tan cortas que tenía, se tropezase todo el rato.
Al llegar el día de la carrera, empezaron a la vez. La tortuga no dejó de caminar todo el rato, lenta, pero constante. En cambio la liebre, al ver que llevaba una gran ventaja sobre la tortuga se paró a descansar y se quedó dormida debajo de un árbol.
Cuando se despertó, miró detrás para ver donde estaba la tortuga, pero no la vio. Espantada, miró para adelante y vio como la tortuga estaba a punto de llegar a la meta.
Corrió entonces la liebre tanto como pudo, pero no pudo alcanzar a la tortuga. Y fue así como la tortuga se proclamó vencedora.
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CUENTO DE NAVIDAD - Charles dickens


Resumen del cuento:
El señor Scrooge es un hombre avaro, tacaño y solitario, que no celebra la Navidad, y solo piensa en ganar dinero.
Una víspera de Navidad, Scrooge recibe la visita del fantasma de su antiguo socio, muerto años atrás. Este le cuenta que, por haber sido avaro en vida, toda su maldad se ha convertido en una larga y pesada cadena que debe arrastrar por toda la eternidad. Le anuncia que a él le espera un destino aún peor, y le avisa de que tendrá una última oportunidad de cambiar cuando reciba la visita de los tres espíritus de la Navidad. Scrooge no se asusta y desafía la predicción.
Esa noche aparecen los tres espíritus navideños: el del Pasado, que le hace recordar a Scrooge su vida infantil y juvenil llena de melancolía y añoranza antes de su adicción por el trabajo y su desmedido afán de dinero.
El del Presente hace ver al avaro la actual situación de la familia de su empleado Bob, que a pesar de su pobreza y de la enfermedad de su hijo Tim, celebra la navidad.
También le muestra cómo todas las personas celebran la Navidad; incluso su propio sobrino, Fred, quien lo hace de una manera irónica pero alegre, ya que nadie quiere la presencia del avaro. Antes de desaparecer a medianoche, el espíritu muestra a un par de niños de origen trágicamente humano: la Ignorancia y la Necesidad.
El terrible y sombrío Espíritu del Futuro le muestra el destino de los avaros. Su casa saqueada por los pobres, el recuerdo gris de sus amigos de la Bolsa de Valores, la muerte del pequeño Tim y lo más espantoso: su propia tumba, ante la cual Scrooge se horroriza de tal forma que suplica una nueva oportunidad para cambiar. Entonces, el avaro despierta de su pesadilla y se convierte en un hombre generoso y amable, que celebra la Navidad y ayuda a quienes le rodean.
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LA SIRENITA - CUENTO


Resumen del cuento:
El día en que la menor de las princesas sirenas salió a la superficie, vio un barco donde viajaba el príncipe, del que se enamoró. El barco naufragó, y la sirena salvó al príncipe de morir ahogado, dejándolo en la playa. Como solo pensaba en regresar con el príncipe, recurrió a la bruja del mar para transformar su cola en un par de piernas. Esta le concedió la más bella figura a cambio de su magnífica voz, y le advirtió de que si el príncipe se casaba con otra mujer, la sirena moriría a la mañana siguiente. La sirenita volvió así junto al príncipe y se ganó su afecto con su gracia y sus bailes, pero él en secreto estaba enamorado de la primera joven que había visto al despertar en la playa, quien creía era su salvadora. Esta resultó ser la princesa del reino vecino con quien los reyes habían acordado casarlo, y el príncipe celebró su boda feliz, acompañado por toda la corte, incluida la muda sirenita, que no tenía voz para explicar la verdad.
En una última oportunidad, antes de salir el sol, sus hermanas aparecieron con un cuchillo que habían conseguido de la bruja a cambio de sus preciosas cabelleras. Solo tenía que matar al príncipe mientras dormía para recuperar su cola. Pero la sirenita no quiso hacerlo, y se lanzó al agua, donde se convirtió en espuma.
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PETER PAN - CUENTO


Resumen del cuento:
Peter Pan es un niño volador que, acompañado del hada Campanilla, invita a la niña Wendy y a sus dos hermanos a visitar volando la isla de Nunca Jamás y conocer a los Niños Perdidos que viven con él, con la intención de que Wendy sea la mamá de todos ellos. En la isla también viven los piratas liderados por el Capitán Garfio, a quien Peter cortó la mano y se la dio a comer a un cocodrilo que lo persigue desde entonces. Al llegar, los niños construyen encantados una casa para Wendy, que ejerce su papel de madre amorosa, contando cuentos, dando medicinas y poniendo normas. Tras varias aventuras en la isla, Garfio captura a los niños justo cuando Wendy los había convencido, con el enfado de Peter, para volver y ser adoptados por su familia. Al enterarse del rapto, Peter acude a rescatarlos y vence a Garfio en la lucha final, entregándoselo al cocodrilo. Después vuelven todos a casa, donde son adoptados, excepto Peter, que no quiere crecer y decide regresar a la isla, prometiendo volver para llevarse a Wendy cada primavera.
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LA BELLA Y LA BESTIA - CUENTO


Resumen del cuento:
Durante un viaje un hombre acaba en un castillo mágico habitado por una bestia, que termina encerrándolo. Para salvarlo, su hija menor se ofrece para quedar con la bestia a cambio de la libertad de su padre. En el palacio, la Bestia trata a Bella con grandes atenciones y comienzan a hacerse amigos, hasta que Bella abandona el castillo para ir a visitar a su padre enfermo, prometiendo regresar. Al retrasarse a su vuelta, la Bestia está a punto de morir de tristeza, y cuando Bella le encuentra así le confiesa su amor, deshaciendo el encantamiento que encerraba a un príncipe bajo la forma de bestia.
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EL SASTRECILLO VALIENTE - CUENTO


Resumen:
Tras matar a 7 moscas de un golpe, un pequeño sastre se sintió muy orgulloso e hizo saber a todos que había matado "a 7 de un golpe". Pensando que serían personas, la gente comenzó a creer que era un gran guerrero. Aprovechando su ingenio, consiguió impresionar primero a un gigante y sus amigos, y luego al propio rey, quien, con grandes promesas, le sometió a distintas pruebas para librar al reino de dos gigantes, un unicornio y un jabalí. El sastrecillo las superó todas gracias a su ingenio, lo que confirmó a todos que era un temible guerrero. Y de esta forma, consiguió la mitad del reino y la mano de la princesa.
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EL TRAJE NUEVO DEL EMPERADOR - CUENTO


Había una vez un Emperador al que tanto importaban sus vestidos, que encargó un traje nuevo a dos bribones que prometieron hacerle un traje con una tela tan especial que solo podrían ver quienes no fueran tontos o indignos de su cargo. Pero solo acumulaban el oro y los ricos materiales que recibían, mientras hacían como que tejían. Cuando los asesores del Emperador fueron a ver a los sastres tuvieron miedo de ser tomados por tontos, y regresaron alabando grandemente el traje. Lo mismo ocurrió con cuantos los visitaron, y con el propio Emperador, quien, cuando el traje estuvo listo, no dudó en quitarse sus ropas. Y fue al desfile vestido con sus invisibles telas, que también eran alabadas por todo el pueblo. Hasta que un niño gritó entre risas "El emperador está desnudo" y todos, incluido el Emperador, se dieron cuenta del engaño y del ridículo que habían hecho.
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EL ÁRBOL MAGICO - CUENTO

Hace mucho mucho tiempo, un niño paseaba por un prado en cuyo centro encontró un árbol con un cartel que decía: soy un árbol encantado, si dices las palabras mágicas, lo verás.

El niño trató de acertar el hechizo, y probó con abracadabra, tan-ta-ta-chán, supercalifragilisticoespialidoso y muchas otras, pero nada. Rendido, se tiró suplicante, diciendo: “¡¡por favor, arbolito!!”, y entonces, se abrió una gran puerta en el árbol. Todo estaba oscuro, menos un cartel que decía: “sigue haciendo magia”. Entonces el niño dijo “¡¡Gracias, arbolito!!”, y se encendió dentro del árbol una luz que alumbraba un camino hacia una gran montaña de juguetes y chocolate.

El niño pudo llevar a todos sus amigos a aquel árbol y tener la mejor fiesta del mundo, y por eso se dice siempre que “por favor” y “gracias”, son las palabras mágicas.
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"WARMA KUYAY" - José María Arguedas


Argumento de "Warma Kuyay" de José María Arguedas.

El niño Ernesto, sobrino de uno de los dos patrones de la hacienda Viseca, se enamora de una india joven llamada Justina, a quien una noche la ve bailar en el patio del caserío.

Pero ella prefiere al Kutu, un joven indio y novillero, empleado de la hacienda. Ernesto no entiende cómo, siendo el Kutu feo y con “cara de sapo” pueda ser el preferido de la Justina además pensaba que el Kutu nadie lo quería.

Ella y los demás indios se burlan de Ernesto, quien se retira avergonzado mientras continúa el jolgorio, hasta que llega don Froylán, el otro patrón, quien sacude su látigo y manda a dormir a todos.

Esa misma noche Ernesto se entera que don Froylán ha abusado sexualmente de Justina, cuando esta fue de mañana a la toma de agua para bañarse. Es el mismo Kutu quien le cuenta esta desgracia, y entonces Ernesto le incita a que asesine al ofensor.

Pero el novillero se niega por «ser indio», es decir, socialmente inferior, además porque el patrón tenía nueve hijos que aún eran muy pequeños.


Ernesto no entiende estas razones y cree que por maula o cobarde el Kutu no quería enfrentar al malvado patrón. El Kutu trata de consolarle, diciéndole que pronto se iría y le dejaría a la Justina para él solo.

En las noches, el Kutu iba al corral y daba de latigazos a los becerros del patrón, a modo de desquite; Ernesto lo veía y aprobaba su acción, pero luego se arrepentía y abrazaba a los animales, llorando y pidiéndoles perdón por tal crueldad.

Dos semanas después, el Kutu, hastiado de las humillaciones, se marcha de la hacienda, dejando a la Justina.

Ernesto mantiene su amor por la muchacha aunque sin guardar esperanzas, pues su amor era solo un warma kuyay (amor de niño) y no creía tener derecho sobre ella; Sabía que debía ser de otro, de un hombre ya mayor.

Finalmente Ernesto es llevado a la costa, donde vive amargado y languidece “como un animal de los llanos fríos trasladado al desierto”, imaginando que lejos, el Kutu, aunque cobarde, llevaría una vida mejor trabajando en las haciendas de la sierra.
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DIAMANTES Y PEDERNALES - JOSE MARIA ARGUEDAS


RESUMEN
en Alk'amare, un barrio en la capital de una provincia de la sierra peruana, donde cuatro personas foráneas entrecruzan sus vidas: el arpista Mariano, el patrón don Aparicio, Irma la ocobambina y Adelaida la costeña
Mariano, un eximio arpista, a quien la gente común lo ve como un upa o idiota por su carácter ensimismado, llega al villorrio acompañado de su cernícalo (killincho), a quien llama “inteligente Jovín”. Era originario de un pueblo frutero cercano, del que partió instigado por su hermano Antolín, quien le aseguró que en la capital de la provincia triunfaría pues los arpistas eran muy apreciados y solicitados.

En Alk'amare Mariano conoce a don Aparicio, joven terrateniente que tiene bajo su mando a mil indios. Este personaje era también foráneo pues provenía de Lambra, donde tenía latifundios. Don Aparicio se siente fascinado por la música de Mariano y lo acoge, tratándole de “don”, pero le obliga a que toque solo para él.
Don Aparicio es un enamorador empedernido y seduce a muchas mujeres, siendo su preferida una mestiza llamada Irma, natural de Ocobamba, a quien había raptado separándola de su familia. Sin embargo, al llegar al pueblo la joven costeña Adelaida, don Aparicio queda deslumbrado con la belleza de esta mujer, rubia y de ojos azules. Él asume que lo que siente por Adelaida es amor, ya que ésta le genera un dolor que ni siquiera la música de don Mariano logra calmar. Don Aparicio colma de regalos a la recién llegada y de esta manera se siente con dominio sobre ella, aunque sin saber para qué la quiere.

Todo ello entristece a Irma, quien se había mostrado fiel al terrateniente. Celosa, trama un plan para recuperar el amor de don Aparicio: lleva con engaños a don Mariano a su casa y lo oculta. Cuando llega don Aparicio, Irma empieza a cantarle, siguiéndole don Mariano con los acordes de su arpa, tal como habían acordado. Pero don Aparicio se da cuenta de la presencia del arpista y se enfurece, pues considera este acto como una traición. Don Mariano siente mucho pesar y espera al patrón en la puerta de su habitación para pedirle perdón, pero don Aparicio no acepta sus disculpas y le pide que se marche. Pero ante la insistencia de don Mariano, don Aparicio pierde el control y lo lanza por la baranda desde el segundo piso hacia el patio. Producto de la caída don Mariano muere.

Don Mariano es velado en casa de don Aparicio y enterrado con una ceremonia digna de un comunero grande. Esta muerte pesa mucho al joven terrateniente y sirve para que empiece a redefinir su existencia disipada.

Don Aparicio planea vengarse de Irma: imagina casarse con ella para hacerla sufrir toda la vida, pero finalmente decide dejarla ir. Asimismo, se despide fríamente de Adelaida antes de alejarse, montado en su potro negro yllevándose al cernícalo de don Mariano, a quien alimenta con un pedazo de carne que destaja del cuello de su propio caballo. Su partida hacia un lugar indefinido tiene como propósito expiar de alguna manera su culpabilidad en la muerte del arpista
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DICCIONARIO FOLKLORICO DEL PERU" - Carlos Camino Calderon


RESUMEN 
Argumento del libro "Diccionario Folklorico del Peru" de Carlos Camino Calderon. 
Análisis de la obra.
José Miguel Navarrete, un gamonal que tenía muchas tierras en la Costa Norte del Perú, se había casado en segunda nupcias con Sebastiana, mujer de ascendencia serrana.

De su primer compromiso, José Miguel Navarrete, tuvo un hijo de nombre Guillermo Navarrete, quien se encontraba en Lima cursando estudios en la Universidad.

En un viaje que realizó a Lima José Miguel Navarrete habló con su hijo Guillermo y lo persuadió para que viajara a Lambayeque con la finalidad de administrar las tierras.

Al enterarse Sebastiana que la tierras estaban en manos de Guillermo inmediatamente recurrió a Baltasar Esquén, para que éste se contactara con Lorenzo Ipanaqué, ‘ brujo malero, quien tendría el trabajo de realizar el daño a José Miguel Navarrete.

Lorenzo Ipanaqué elaboró, con una prenda interior de José Miguel, un muñeco al cual lo hincaron con alfileres, causándole de esta manera un daño incurable en los órganos internos.

Guillermo Navarrete tras escuchar las diversas opiniones de sus amigos decidió buscar a Narciso Piscoya, el mejor limpiador de Salas. Los esfuerzos fueron inútiles, José Miguel Navarrete moriría después de muchos esfuerzos.
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"CALIXTO GARMENDIA" - Ciro Alegría


RESUMEN
Argumento de "Calixto Garmendia", libro de Ciro Alegria.
 Calixto Garmendia, habitante de un pueblito de la sierra, trabajador muy digno, se dedicaba a la carpintería, además de poseer un terrenito agrícola, con lo que dentro de su pobreza vivía con su familia con tranquilidad, jamás bajaba la cabeza ante nadie.
Odiaba la injusticia y era además solidario, cuando ocurría alguna lo buscaban, y él gustoso encabezaba las protestas; esto no veían con buenos ojos las autoridades y poderosos del pueblo.

Un día llegó la peste, murieron muchos, el cementerio había copado su capacidad, era necesario ampliarlo, las autoridades encabezadas por el Alcalde, en lugar de fijarse en los grandes terrenos de los ricos, expropiaron el de Calixto Garmendia, él protestó por todos los medios y en todas las instancias durante 6 años sin resultados, pidió que aunque sea le reconozcan el valor de su terreno, cosa que a pesar de habérsele ofrecido en repetidas oportunidades jamás se cumplió.

Cambió por completo su vida y la de su familia, empezó, además a tener problemas económicos, al verlo en dificultades ya nadie lo buscaba, pero lo peor era que aquél que defendía a los demás de las injusticias, él mismo estaba siendo víctima de una tremenda injusticia y a pesar de sus esfuerzos no hallaba ayuda ni solución al problema.

Nacieron en él sentimientos de odio y de venganza contra el alcalde y las autoridades. Se las arregló para sin jamás ser descubierto, tirar piedras sobre sus techos de tejas; al ver las incomodidades que con esto causaba, en la soledad de su habitación reía enfermizamente.

Un día el Alcalde murió, como único carpintero del pueblo fue el encargado de confeccionar su atadlo hizo con placer y cobró desmesuradamente; llegó un nuevo Alcalde, Calixto tuvo la esperanza de poder cobrar, pero éste lo denunció por agitador, siendo encarcelado por 15 días.

Le dijeron que se disculpe con el Alcalde. Que suplique que le paguen a lo que él se negó rotundamente diciendo que la justicia es un derecho, no un favor. Poco después Calixto Garmendia murió.
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COLLACOCHA - Enrique Solari Swayne


El resumen de la obra collacocha es el siguiente
Se inicia con la llegada del ingeniero Fernández, quien reemplazará al ingeniero Díaz en las obras de caminos cerca de la laguna Collacocha. El ingeniero Díaz explica a Fernández que la cabaña donde se encuentran pertenece a la central dos, que está justo al centro de dos túneles, por uno de ellos se va  a la central tres; luego viene una serie interminable de túneles, puentes y quebradas, en lo alto queda la laguna Collacocha. De pronto entra Echecopar, hombre rudo de hablar pausado y enérgico, gran amigo de los indios que trabajan en los túneles, y empieza a dar órdenes por un dictáfono a todas las centrales. Luego aparece Soto, quien tiene a su cargo la central de Collacocha, e informa a Echecopar que el nivel de la laguna ha descendido 60 cm en 6 horas, lo cual significa que la presión del agua ha aumentado tanto que se ha agrietado el fondo provocando filtraciones que podrían terminar en un aluvión;
 
 Echecopar no da importancia a la noticia pues llegaba en ese momento el primer camión proveniente de la selva con destino a la costa, conducido por Jacinto Taura, quien informa haber visto un pequeño arrollo a la entrada del túnel lo que significa que el agua empezaba a filtrarse. La desgracia se presenta, el aluvión sepulto hombres y carretera. Después de cinco años se sabe que Echecopar ha construido a lado el  cementerio, junto a sus cholos, y él mismo limpia y cuida las tumbas de los que murieron en el aluvión, interiormente se siente culpable y los recuerdos no lo dejan vivir.
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"CON JIMMY EN PARACAS" - Alfredo Bryce Echenique


RESUMEN 
Argumento de "Con Jimmy en Paracas", libro de Alfredo Bryce Echenique.
Juan es un señor que trabaja en una compañía que vende tractores y toda clase de maquinarias para la agricultura.

La compañía le ha encomendado hacer negocios con unos agricultores del sur de Lima, de tal manera que lo envían al lujoso Hotel de Paracas.

Su padre normalmente viajaba con su esposa, pero esta vez lo hará en compañía de su hijo Manolo el cual es tan condescendiente como su padre y quizás éste sea el motivo por el cual su padre prefería llevarlo a sus hermanos.

Mientras su padre estaba manejando su auto, un Pontiac negro grande tan grande que parecía una lancha, Manolo lo observaba y pensaba que su padre era un buen tipo: responsable con su familia, muy trabajador, puntual.


Al fin llegaron a Paracas y su padre estacionó su auto en medio de autos modernos y compactos y allí Manolo comprendió que el auto de su padre estaba viejo, viejísimo. Se instalaron en su “bungalow” y luego fueron al comedor.

Como llegaron tarde, ya no había gente almorzando y eran los únicos. Todo iba bien: corvina, vino él y su padre. De pronto apareció Jimmy que era un muchacho de su edad, de su mismo colegio, pero que era hijo del jefe de su papá.

 Jimmy se sentó con ellos, saludó al padre de Manolo, se pidió un whisky, prendió un cigarrillo y para sorpresa de Manolo su padre no le dijo nada a Jimmy, es más le permitió fumar a él.

 Luego se fueron en el carro de la hermana de Jimmy, porque el suyo lo había chocado, y se dirigieron a Pisco y después a Ica. Regresaron al hotel, tomaron unos whiskies y de repente Jimmy le comenzó a hablar de ropas interior de hombres y de órganos genitales masculinos.

Invitó a Manolo a la playa y allí sentados, a la orilla del mar Jimmy le preguntó: Manolo ¿Cómo la tienes? Manolo salió disparado y se fue a su “bungalow” en donde se encontró.
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RAPUNZEL - CUENTO


Había una vez una pareja que desde hacía mucho tiempo deseaba tener hijos. Aunque la espera fue larga, por fin, sus sueños se hicieron realidad.

La futura madre miraba por la ventana las lechugas del huerto vecino. Se le hacía agua la boca nada más de pensar lo maravilloso que sería poder comerse una de esas lechugas.

Sin embargo, el huerto le pertenecía a una bruja y por eso nadie se atrevía a entrar en él. Pronto, la mujer ya no pensaba más que en esas lechugas, y por no querer comer otra cosa empezó a enfermarse. Su esposo, preocupado, resolvió entrar a escondidas en el huerto cuando cayera la noche, para coger algunas lechugas.

La mujer se las comió todas, pero en vez de calmar su antojo, lo empeoró. Entonces, el esposo regresó a la huerta. Esa noche, la bruja lo descubrió.

-¿Cómo te atreves a robar mis lechugas? -chilló.

Aterrorizado, el hombre le explicó a la bruja que todo se debía a los antojos de su mujer.

-Puedes llevarte las lechugas que quieras -dijo la bruja -, pero a cambio tendrás que darme al bebé cuando nazca.

El pobre hombre no tuvo más remedio que aceptar. Tan pronto nació, la bruja se llevó a la hermosa niña. La llamó Rapunzel. La belleza de Rapunzel aumentaba día a día. La bruja resolvió entonces esconderla para que nadie más pudiera admirarla. Cuando Rapunzel llegó a la edad de los doce años, la bruja se la llevó a lo más profundo del bosque y la encerró en una torre sin puertas ni escaleras, para que no se pudiera escapar. Cuando la bruja iba a visitarla, le decía desde abajo:

-Rapunzel, tu trenza deja caer.

La niña dejaba caer por la ventana su larga trenza rubia y la bruja subía. Al cabo de unos años, el destino quiso que un príncipe pasara por el bosque y escuchara la voz melodiosa de Rapunzel, que cantaba para pasar las horas. El príncipe se sintió atraído por la hermosa voz y quiso saber de dónde provenía. Finalmente halló la torre, pero no logró encontrar ninguna puerta para entrar. El príncipe quedó prendado de aquella voz. Iba al bosque tantas veces como le era posible. Por las noches, regresaba a su castillo con el corazón destrozado, sin haber encontrado la manera de entrar. Un buen día, vio que una bruja se acercaba a la torre y llamaba a la muchacha.

-Rapunzel, tu trenza deja caer.

El príncipe observó sorprendido. Entonces comprendió que aquella era la manera de llegar hasta la muchacha de la hermosa voz. Tan pronto se fue la bruja, el príncipe se acercó a la torre y repitió las mismas palabras:

-Rapunzel, tu trenza deja caer.

La muchacha dejó caer la trenza y el príncipe subió. Rapunzel tuvo miedo al principio, pues jamás había visto a un hombre. Sin embargo, el príncipe le explicó con toda dulzura cómo se había sentido atraído por su hermosa voz. Luego le pidió que se casara con él. Sin dudarlo un instante, Rapunzel aceptó. En vista de que Rapunzel no tenía forma de salir de la torre, el príncipe le prometió llevarle un ovillo de seda cada vez que fuera a visitarla. Así, podría tejer una escalera y escapar. Para que la bruja no sospechara nada, el príncipe iba a visitar a su amada por las noches. Sin embargo, un día Rapunzel le dijo a la bruja sin pensar:

-Tú eres mucho más pesada que el príncipe.

-¡Me has estado engañando! -chilló la bruja enfurecida y cortó la trenza de la muchacha.

Con un hechizo la bruja envió a Rapunzel a una tierra apartada e inhóspita. Luego, ató la trenza a un garfio junto a la ventana y esperó la llegada del príncipe. Cuando éste llegó, comprendió que había caído en una trampa.

-Tu preciosa ave cantora ya no está -dijo la bruja con voz chillona -, ¡y no volverás a verla nunca más!

Transido de dolor, el príncipe saltó por la ventana de la torre. Por fortuna, sobrevivió pues cayó en una enredadera de espinas. Por desgracia, las espinas le hirieron los ojos y el desventurado príncipe quedó ciego.

¿Cómo buscaría ahora a Rapunzel?

Durante muchos meses, el príncipe vagó por los bosques, sin parar de llorar. A todo aquel que se cruzaba por su camino le preguntaba si había visto a una muchacha muy hermosa llamada Rapunzel. Nadie le daba razón.

Cierto día, ya casi a punto de perder las esperanzas, el príncipe escuchó a lo lejos una canción triste pero muy hermosa. Reconoció la voz de inmediato y se dirigió hacia el lugar de donde provenía, llamando a Rapunzel.

Al verlo, Rapunzel corrió a abrazar a su amado. Lágrimas de felicidad cayeron en los ojos del príncipe. De repente, algo extraordinario sucedió:

¡El príncipe recuperó la vista!

El príncipe y Rapunzel lograron encontrar el camino de regreso hacia el reino. Se casaron poco tiempo después y fueron una pareja muy feliz.
Fin
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