Biografía
“El
poeta de la Ribera “
“Precursor
del costumbrismo”
Juan
del Valle y Cabiedes (¿1654 – 1698?), animo la corriente satírica y criollita
que tanta fortuna haría en la literatura peruana.
Su
expresión sencilla y directa, así como la índole de sus temas, lo definen como
un poeta popular: alejado del gongorismo, por ser ajeno a la erudición y los
cultos artificios que tal escuela frecuentara; y definitivamente orientado
hacia el conceptismo, en cuanto emplea a la razón como elemento básico de su
estilo.
Nació
en Villa de Porcuna (Andalucía); pero muy niño fue traído a estas tierras y,
por ende, formo en el Perú formo su concepto del mundo.
Su
padre, dedicado a los azares y trasiegos del comercio, descuido educarlo; y
llegaron años en los cuales se desbordo su inquietud, placeres y livianos
amoríos consumieron quizá sus años mozos y fue necesario enviarlo a España para
condicionar la moderación de su conducta.
Al
cabo de tres años recibió, allí, la noticia de la muerte de su padre. Regreso,
para hacerse cargo de los negocios familiares, y en las alturas de Huarochirí
anduvo entonces aplicado a tentar fortuna en la minería. Contrajo matrimonio
(1671), con su joven colegiala a quien profeso sincero afecto; pero nada altero
sus desordenadas costumbres.
Arruinado
al fin, y enfermo, obtuvo un tenducho o “cajón” en la Ribera de palacio.
Enviudo, y parece que el sentimiento troco el ritmo de su vida pues, dominado
por recóndita amargado, empezó a mirar como extrañas y lejanas las cosas del
contorno.
Fue
desde entonces un espectador situado fuera de la escena y por eso capaz de
apreciar la farsa escondida tras de su apariencia, pero también fue el actor
ignorada menté corrido por su laceria.
Para
desahogarse compuso versos punzantes o temblorosos, tan sencillos y plenos como
“frutos silvestres de árbol de inculta montaña “. Y oscurecida la mente durante
sus últimos años, desapareció calladamente.
En
romances, decimas y cuarteles, del Valle y Cabiedes escribió numerosas sátiras,
que infructuosamente dispuso para la estampa, en un volumen cuyo título es por
si solo una revelación de vivacidad y picardía, agudeza y originalidad: Diente
del parnaso.
En
gran parte está dedicado a combatir contra los medios, cuyas artes fueron ineficaces
para aliviar al poeta de los dolores ocasionados por un mal indefinido; pero no
faltan mordientes burlas dirigidas como las costumbres de su tiempo, contra los
tipos sociales que los representaron, o contra las veleidades del amor.
Elocuentes muestras son:
Obra
mayor:
Diente
de Parnaso
Soneto:
•
Al doctor Bermeja
•
Catorce definiciones del amor
•
Remedios para saber lo que quieres
•
Definición de la muerte
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Un abogado narigón