¡ VIVIFICA TU EXISTENCIA!
Acariciar
preocupaciones
de
manera permanente
provoca
tensiones internas
y
expresiones tristes,
descompone
el organismo
y
arruga el rostro.
Las
situaciones conflictivas
son
tu oportunidad de ejercitar tu
creatividad.
No acaricies
la preocupación.
Ocúpate
de superarla.
Y si
tu problema no tiene solución, afronta
esa
situación con valor
y
cancela tu preocupación por inútil. Pon a
funcionar
el sentido común.
Y si
el problema tiene solución, ¿de qué te
preocupas?
Te preocupas y malgastas
energías. Ocúpate
en buscar soluciones y
aplicarlas, y saldrás
exitoso.