RESUMEN
“EL SECRETO DE LAS 7 SEMILLAS”
ÍNDICE
1.
Introducción
2.
Capitulo I
3.
Capitulo II
4.
Capitulo III
5.
Capitulo IV
6.
Capitulo V
7.
Capitulo VI
8.
Capitulo VII
9.
Capitulo VIII
10
.Capitulo IX
11.
Conclusiones
12.
Conclusiones del libro
13.
Resumen
14.
Bibliografía
INTRODUCCIÓN
El
secreto de las siete semillas, es una novela que sirve como herramienta de
autoayuda, en el cual se hace uso de: el conocimiento de autor sobre la empresa
y la experiencia de prácticas espirituales de filosofías orientales; las siete
semillas son los símbolos que utiliza un maestro para orientar a su discípulo,
cada una de las cuales tienen una enseñanza, desde el autoconocimiento hasta la
búsqueda de la felicidad, esta obra dedica su contenido aquellos de tratan de
sobresalir en un mundo lleno de competencia y también a los que quieren lograr
la felicidad.
CAPITULO I
Un
día Ignacio se enfureció, gritó y lo insultó a su gerente de ventas que había
renunciado momentos antes y esto le ocasionó un preinfarto que lo condujo a la
clínica. Al cabo de unos días Ignacio se recuperó, pero el médico le recomendó
cambiar su forma de vida. Que se relaje! Que medite! Para ello le fundamentó
con investigaciones científicas. A Ignacio siempre le pareció tonto pero las
explicaciones científicas lo hizo pensar y le comunicó a su esposa sobre las
recomendaciones del médico y ésta se alegró y le dio la dirección de un maestro
hindú.
Al
cabo de un mes Ignacio se sentía muy bien pero ese día recibió la noticia que
habían perdido una cuenta importante y empezó a gritar e insultarlo a su jefe
de ventas. En medio de todo este escándalo sintió un dolor en el pecho y se
asustó. Inmediatamente se dirigió a la casa del gurú hindú.
Cuando
llegó se estaba arrepintiendo, sentía vergüenza que las personas lo viesen ahí.
Finalmente un joven lo hizo pasar al interior donde se encontraba el maestro,
que era un señor delgado y trigueño, con túnica color azafrán. El gurú le
preguntó varias veces a Ignacio por que había ido a buscarlo y éste dio varias
veces la respuesta que quería aprender a relajarse, pero el maestro le preguntó
una vez más cual era el verdadero motivo que lo condujo hacia él y la respuesta
de Ignacio fue que todo esto era una pérdida de tiempo y se disponía a
retirarse. Pero el maestro le preguntó si era feliz, pues esta pregunta lo
enfureció a Ignacio respondiendo que él era un empresario exitoso y enumeró sus
posesiones a lo que el maestro le respondió que él solo quería saber si se
sentía feliz, esto ocasionó que le saliesen las lágrimas a Ignacio. El maestro
había irradiado amor . Ignacio se sentía muy cómodo. El maestro le explicó que
la felicidad no se compra sino se siente y el que siente es el espíritu, entonces
ahora debía aprender a generar felicidad en su vida.
Ignacio
le pidió instrucciones al maestro para ser feliz y éste sacó un cofre, donde
guardaba 7 semillas, las semillas de la felicidad. Le dijo que cada una de
ellas tiene una profunda enseñanza. El maestro le entregó la primera semilla
para que la siembre y que regrese cuando haya germinado para descifrar la
enseñanza.
Ignacio
fue a su casa y planto la semilla en su jardín, todos los días la regaba y la
cuidaba y la observaba. Pero no crecía nada.
CAPITULO II
Después
de cuatro semanas, ninguna planta había crecido, Ignacio removió la tierra y
sacó la semilla: estaba igual que cuando la planto. Pensó que era un tontera y
que perdía el tiempo o talvez no crecía porque no tenía derecho a su felicidad y
acudió donde el maestro a pedirle explicaciones.
Llego
a la casa del maestro, le pidió calma y le dijo: te di una semilla golpeada por
un martillo. Jamás crecerá; es decir si a la semilla la maltratan, humillan,
violentan no germinará, los seres humanos que han sido golpeados de pequeños si
pueden crecer, desarrollarse y ser felices, previamente necesitan conocerse a
sí mismos, tomar conciencia de su pasado y de cómo los afecta en el presente.
La primera semilla de la felicidad es el autoconocimiento.
Luego
el maestro continuo: que al pasar por momentos difíciles se generan emociones
fuertes que se registran en la memoria subconsciente, las cual es atemporal la
recordamos como si fuera ayer y las mostramos sin darnos cuenta, impidiéndonos
ser felices. Mientras más conciencia y conocimiento se tenga del subconsciente
se tendrá más libertad y capacidad para ser feliz y le pidió que regrese al día
siguiente.
El
maestro le dijo que cuando uno tiene traumas de niño, las emociones
destructivas afloran a la superficie y si uno bloquea estas emociones es como
empujar el hielo en el vaso de agua hacia abajo que siempre saldrá a flote, la
única forma de bloquearlas es disolverlas como el hielo en el agua y esto se
logra con paciencia y que debe integrar su aspecto emocional y racional para
que sea feliz; el maestro le preguntó a Ignacio sobre el trabajo y le contó que
tuvo un inconveniente con el jefe de despachos, le grito que era incompetente e
inepto le pareció normal actuar de esa manera, así le había enseñado su padre,
el maestro comenzó a preguntar como era su padre, Ignacio le contó con
historias y averiguó que había sido exigente, no aceptaba ningún error, era
violento, lo maltrataba con patadas, con palabras groseras y que su madre era
fría e impersonal; entonces el maestro entendió porque le había gritado de esa
forma al jefe de despachos.
Le
explicó que para él era normal la violencia porque creció en ella, que él
estaba haciendo lo que su padre hizo con él cuando cometía un error, continuó,
en realidad te mueres de miedo de que tu padre, te maltrate y humille.
Al
día siguiente Ignacio tuvo otro un mal entendido con el gerente de marketing,
Pedro, ya en la casa del maestro le contó el incidente, le dijo que no se dio
cuenta y se sentía estúpido y le dijo que los subordinados aprenden de los que
hace el líder no de lo que dice, le contó que sentía cierto placer como
discutían sus gerentes el maestro le dijo buscas la violencia para evocar a tu
padre, recomendó que tome conciencia poco a poco de sus emociones subconscientes,
revisando cómo se manifiestan en su vida actual. A medida que las entienda ira
bajando su intensidad en él mientras vaya tomando más conciencia de sus
conductas, conductas agresivas, de sus pensamientos y emociones destructivas,
tendría mayor capacidad de mejorar.
Luego
el maestro sacó una semilla del cofre la segunda semilla, le ordenó que la
siembre y que regrese cuando empiece a crecer.
CAPITULO III
Este
capitulo comienza con la típica rutina de Ignacio como gerente de su compañía,
en la cual enfrenta la incapacidad de sus subordinados en algunas tareas
correspondientes a su entorno empresarial.
Luego
de recibir la segunda semilla Ignacio asiste donde su maestro para contarle
todas sus actividades realizadas, así también lo mucho que había aprendido y
cuanto había mejorado su conducta frente al personal que estaba a su cargo , el
maestro, como de costumbre lo recibió en su domicilio y le platico acerca del
control de sus emociones poniéndole la analogía de la leña mojada que no se
enciende fácilmente, con esto , el maestro le quería hacer ver que cuando se
enfrentara a una situación difícil, se concentre en su respiración, de esta
forma haría como los leños mojados, al hacer esto Ignacio, no tendría que
reaccionar explosivamente, es decir , tomaría los problemas con mas calma y con
un mayor análisis de la situación, antes de tomar acciones .
Otra
enseñanza del maestro se refería a la meditación, es decir a la capacidad del
ser humano para que su espíritu dejara su cuerpo por unos instantes, de esta
forma el podría ver su entorno desde otra óptica, una óptica mas clara y
precisa, y para llegar a esto Ignacio debería concentrarse en el hecho de no
pensar, es decir poner su mente en blanco por unos instantes, ese era
precisamente el primer paso que debía dar Ignacio para llegar a experimentar
las bondades de la meditación.
Aprovechando
que su familia había viajado a la ciudad de Ica, Ignacio decidió poner en
practica todo lo que su maestro le había enseñado, la meditación,
efectivamente, puso toda su atención en una sola palabra y poco a poco se
interno en ese mundo mágico, en ese mundo irreal, su mente finalmente lo había
conseguido.
Para
Ignacio esta experiencia había sido la mas maravillosa de su vida, había salido
de su cuerpo por unos instantes.....,emocionado se dirigió donde su maestro y
le contó con mucha alegría su experiencia con la meditación, el maestro que lo
escucho en silencio, le comento que no confundiera un poco las cosas, es decir
que lo que había logrado Ignacio solo era un pequeño comienzo y nada mas, y que
aun debía esforzarse por llegar a comprender en toda su dimensión lo que es la
meditación, y para esto le enseña la secreta técnica del Kriya Yoga, técnica
milenaria que le ayudaría a llegar mas rápido, a experimentar lo que Ignacio
estaba buscando, las bondades de la meditación.
CAPITULO IV
En
este capitulo entramos al análisis de la tercera semilla, siguiendo la historia
ya habían pasado 4 meses desde que Ignacio fue a ver a su maestro, y desde que
este le había dado la tercera semilla. Después de todo este tiempo Ignacio ya
había estado pasando por las dos primeras fases de enseñanza el auto
conocimiento y la meditación, y además su practica de la disciplina llamada
Kriya Yoga era cada vez mas frecuente, este disciplina lo había ayudado a
mejorar su concentración y a darse cuenta de sus actos evitando que explote
ante situaciones extremas.
Como
consecuencia de la meditación fue que se llevaba mejor con las personas y se
involucro mas en lo que es el área de ventas, se encargo personalmente y lo
logro otra venta estaba muy contento entonces se fue donde sus subordinados y
les dijo que era el mejor que gracias a el las ventas habían aumentado y que el
valía mas que 10 de ellos, cuando hubo terminado se dio cuenta que a pesar de que
su personal estaba descontento y no sabia por que, entonces se dirigió a la
casa de su maestro, cuando llego le contó todo lo que había sucedido. El
maestro le pregunto acerca de la semilla, Ignacio le dijo que se trataba de un
rosal rojo, el maestro le dijo que era acerca de la falta de amor, que la rosa
cuando florece puede ser muy hermosa, pero eso solo de lejos pues cuando te
acercas te puede hacer daño con sus espinas, igual son las personas que son
controladas por su ego, de lejos pueden parecer buenas personas pero si te
acercas veras que te pueden hacer daño con su egoísmo, por lo que la enseñanza
de esta semilla tiene que ver con el control del ego.
El
maestro le explico a Ignacio que cuando existen personas que fueron maltratadas
en su niñez, crecen con baja autoestima, lo que genera una personalidad
inferior que quiere ocultar a toda costa lo que siente, esta es el ego.
La
mayoría de personas con este problema tratan de procurar estar en situaciones
donde se sientan admirados igual que la rosa tratan de ocultar su verdadero yo,
el maestro le comento entonces que la reunión que se organizo no fue Ignacio,
sino su ego quien lo hizo, pues lo que hizo en realidad con la excusa de
motivar a sus subordinados fue restregarles que el era mejor que todos ellos y
en vez de motivarlos solo trato de hacerlos sentir inferiores.
El
maestro le dijo que el ego era como la llanta desinflada de un bicicleta uno
puede repararla con un inflador pero si la llanta tenia un hueco, nunca se iba
inflar. El maestro le ilustro a Ignacio otras situaciones en las que se
manifestaba el ego por ejemplo cuando Ignacio pudo salir de su cuerpo se
encontraba con muchas ganas de mostrar a todo el mundo lo que había hecho, la
mayoría de personas que tomaban el camino de la meditación se quedan tan
impresionadas por los aspectos fenomenológicos que olvidaban el verdadero
propósito de la meditación. Otra forma de manifestarse es cuando las personas
hablan mal de otras personas, cuando esto sucede, las personas que se dejan
controlar por su ego actúan de esa forma para sentirse mejor consigo mismos y
por tanto inflar su ego. El maestro le dijo que debía estar atento ya que el
ego suele tomar muchas formas para controlarnos y una de estas era juzgando a
las personas para hacernos sentir superiores.
Ignacio
pregunto como era posible que el podía cambiar su comportamiento, el cual lo
había acompañado durante mas de 30 años. El maestros le dijo que muchas
personas se dejan dominar por sus hábitos y viven actuando de una misma forma
toda su vida, pero que el debía aprender a tomar las riendas de su vida.
El
maestro también dijo que el ego se manifiesta en los equipos de trabajo cuando
alguien tiene una idea el ego trata de desmerecer esa idea pues se siente
inferior, también cuando en un equipó se comete un error el ego trata de buscar
culpables para así el sentirse superior. Ignacio agrego que de todos modos el
ego había sido quien lo había motivado para sacar adelante su empresa y el
maestro le contesto que el ego era un motivador excelente pero en realidad que
alcanzar las metas no era el objetivo de la vida sino que era encontrar la
felicidad.
La
forma para controlar al ego era mediante la meditación, el ego sustituya el
amor que Ignacio no había recibido cuando niño, pero mediante la meditación
redescubría un amor que siempre había llevado dentro y que no conocía, por lo
tanto al sentir ese amor no era necesario que su ego tuviera que ser inflado.
El
maestro se levanto y saco la cuarta semilla y le dijo que la próxima enseñanza
le daría el verdadero propósito de las empresas.
CAPITULO V
Después
de mes y medio creció la planta, era una planta de mango. Ignacio no se iba a
trabajar ni a dormir sin antes meditar media hora, esto lo hacía sentir muy
feliz, y estar en un estado de paz. El quería vencer a su ego.
Un
día, Ignacio tuvo una reunión mensual en su empresa con sus ejecutivos para
esto él iba a ser el moderador. Los gerentes estaban exponiendo sus metas y
logros, cuando le tocó el turno al gerente de ventas y este dijo que tuvieron
problemas por la crisis económica del país y también problemas de despacho
cuando todos empezaron a culparse y a ofenderse. Ignacio interrumpió y les
pidió calma, dijo que no estaban para buscar culpables sino para apoyarse entre
todos. Le pidió a su gerente de ventas que diga como le pueden ayudar para que
logre sus metas y éste le dijo que el culpable es Ignacio, por que su gente
esta desmotivada ya que le había quitado sus principales clientes, pues esto lo
puso muy furioso a Ignacio y comenzó a gritar. Otra vez le gano su ego pero se
dio cuenta, así que dio por concluida la reunión y cito al día siguiente al
gerente de ventas para arreglar el asunto.
Ignacio
se dirigió a la casa del maestro a contarle lo sucedido. Ahí le dijo que se
propuso vencer a su ego pero finalmente el ego lo domina.
El
maestro le explicó que cuando uno se propone una meta con tanto apego y deseo y
al querer ser el vencedor y ganarle al ego, uno simplemente actúa con el ego.
Cuando uno se molesta o angustia atrae el ego, por el contrario cuando se esta
en paz, en tranquilidad aleja el ego. El maestro concluyó diciéndole que uno
siempre debe hacer lo mejor que puede y dar lo mejor de sí, al margen de los
resultados. Luego procedió a descifrar la enseñanza de la semilla de mango. Le
dijo que el árbol de mango nos da sombra y nosotros le tiramos piedras todo el
tiempo y encima el mango nos da frutos, entonces el mensaje que nos da el mango
es el servicio desinteresado. El servicio es el opuesto al ego. Ignacio, no
existe felicidad más grande en el mundo que la que se siente cuando ayudas a terceras
personas. El servicio es dejar de pensar solamente en ti y pensar en los demás.
Servicio es preocuparse en el crecimiento y desarrollo de otras personas.
El
maestro ayudó a Ignacio a encontrar su drama, el cual era el de comunicar sus
conocimientos y experiencias sobre la meditación, el control del ego, el
servicio, a la comunidad empresarial. Ignacio nunca había echo una
presentación, pero el gurú le dijo que preparase una presentación racional, con
base y llegando a los empresarios basándose en lo que ellos quieren escuchar,
pero siempre dando su mensaje.
Ignacio
confesó que tenía miedo, pero el gurú le dijo que el miedo nos viene cuando
sentimos que estamos pidiendo y no sirviendo. Si vamos con amor y desinterés el
miedo desaparece.
Así
que Ignacio acepto dar su primera presentación y volvería donde el maestro
después de esta. Ignacio se preparó en hacer su conferencia en base a las
cuatro semillas que conocía: el autoconocimiento, la meditación, el control del
ego y el servicio.
Cuando
llegó el día de la presentación, ya frente al público sentía terror, estaba
angustiado, pero puso en práctica la concentración en su respiración y se
calmó, poco a poco tomó confianza y dio una buena conferencia e incluso logró
hacer meditar al público y al final todos lo felicitaron.
En
casa del maestro, Ignacio recibió más instrucciones. Tenía que sentir amor y
entrega verdadera en cada momento de su servicio. A medida que logre más éxitos
tendría que meditar más.
El
maestro le dio la quinta semilla y descifrarían el mensaje cuando haya crecido.
Ignacio fue a su casa y sembró la semilla.
CAPITULO VI
Luego
de recibir la semilla del girasol, Ignacio se interno nuevamente en su mundo
empresarial, en la que enfrentaba múltiples problemas, situaciones inesperadas,
y sobre todo, la desleal competencia con otras empresas dedicadas al rubro.
Precisamente,
Ignacio se encontraba preocupado por el hecho de hacer un recorte de personal,
y no hallaba el medio para lograr este objetivo sin tener que poner en riesgo
el rendimiento de su empresa, ante este dilema Ignacio decidió dirigirse hacia
su maestro, y ya teniéndolo en frente expuso todos aquellos dilemas que
enfrentaba y que debía dar solución en el menor plazo.
El
maestro, acostumbrado a escucharlo silenciosamente, le hizo reflexionar acerca
de la semilla del girasol, y de cómo esta planta orienta su postura hacia la
luz, con esto, el maestro le quería hacer ver que la meditación le estaba
orientando hacia algo sublime, que estaba saliendo a la luz su espíritu de niño
que había dejado hacia mucho tiempo atrás, y que ahora su vida se basaba en
hechos que van con la moral y con las buenas costumbres, y que ya no era aquel
hombre al que solo le importaba el fin sin considerar los medios, por el
contrario ahora, el era un hombre que disfrutaba el hecho de seguir hacia
adelante con mucha paz, como si estuviese seguro que el resultado de lo que
emprendía seria siempre el mejor.
Ignacio,
entonces comprendió que toda su vida había estado dedicada a la empresa y las
cosas materiales , y que su infelicidad se debía precisamente porque carecía de
una orientación hacia algo sublime, hacia algo que le hiciera sentir paz y
mucho amor, no solo con los trabajadores de su empresa, si no también con su
familia, y esta orientación de su vida era precisamente hacia Dios, al hacer
eso, el estaría mas tranquilo consigo mismo y sobretodo con aquella fuerza
interior que solo Dios es capaz de dar a aquellos que lo aman.
CAPITULO VII
Después
de aprender la enseñanza de la quinta semilla, Ignacio trato de orientar sus
acciones hacia la luz, hacia Dios, para tomar alguna decisión ahora analizaba
los resultados a largo plazo antes de los fines de lucro, primero analizaba
todo éticamente y después tomaba la decisión correcta. También siguió dictando
sus conferencias en las cuales había tenido mucho éxito ahora tenia claro su
darma, este tema de la espiritualidad era muy novedoso y habían muchos temas
acerca de cómo trabajare en equipo.
Pero
a pesar de el cambio en la vida de Ignacio, él vivía en un constante estrés,
tanto que vivía corriendo de un lado a otro tratando de hacer de todo para lo
cual el tiempo no le alcanzaba, habían pasado ya 6 meses desde que planto la
ultima semilla, la cual era una planta de pino.
Ya
era tiempo de ir a visitar a su maestro por lo que Ignacio se propuso estar muy
atento a sus problemas para poder así consultarlos con él, ese día como siempre
estuvo muy ocupado atendiendo asuntos de la empresa, por lo que al final del
día no había concluido casi ninguno de sus objetivos.
Esa
tarde apenas llego a la casa del maestro le contó lo que pasaba, el maestro lo
escucho con paciencia y luego lo llevo al jardín le dio un recipiente rajado y
le dijo que regara una palmera, el agua se salía por la rajadura. El maestro le
explico que los seres humanos son iguales, gastan su tiempo en cosas que no son
importantes y por eso el tiempo se les escapa de las manos.
El
maestro le dijo a Ignacio que debería de priorizar las actividades que
realizaba, y que le diera mas responsabilidades al personal de su empresa, y
dejara que ellos fueran mas independientes, que dejara de lado las actividades
en las que el no aportaba un valor, que si quería enseñar a las personas la
importancia de la meditación y la paz interior no podía pasarse la vida
estresado por problemas de poca importancia, también le recomendó que
organizara su semana con horarios que debería respetar para así darle prioridad
a las actividades de verdadera importancia.
El
maestro le pregunto a Ignacio si sabia cual era la semilla que le había dado,
él le respondió que era un árbol de pino, le explico que la peculiaridad del
pino es que es un aclara muestra del equilibrio perfecto, pues sus ramas están
dispuestas de tal modo que ninguna le hace sombra a otra e incluso cuando cae
nieve pierde ese equilibrio, y que así como el pino los seres humanos debemos
buscar el equilibrio en los diferentes roles que asumimos en nuestra vida.
Luego
fueron a la cocina donde el maestro puso a hervir agua y luego le dijo a
Ignacio que tratara de coger el vapor de agua, después le pido que tratara de
coger el agua que salía del caño y finamente le pido que tratara de agarrar
unos cubos de hielo, para terminar concluyo con que el tiempo es como el agua y
que dependiendo como lo manejemos se comporta como tal, así que de ahora en
adelante cada fin de semana Ignacio debería planificar su tiempo priorizando.
Para
concluir el maestro le dijo a Ignacio que si el pino no recibiera los
nutrientes adecuados para su desarrollo seria en vano tratar de mantenerse
equilibrado, por lo que la alimentación era un punto muy importante para
lograrlo, le dijo que existen 3 tipos de alimentos, los tamásicos, carnes rojas,
comida enlatada, etc. Los cuales causan somnolencia e inacción, los rajásicos,
pescado, pollo, café que dan euforia y agresividad, y los sátvicos frutas y
verduras, que producen alegría, claridad, lo que debemos hacer evitar los
primeros, consumir moderadamente los segundo y centrar nuestra alimentación en
los terceros.
Nuestro
cuerpo nos da señales acerca de lo que es bueno para nosotros pero la mayoría
de veces no nos damos cuenta y aunque es difícil cambiar de hábitos era nuestra
decisión hacerlo o no.
Finalmente
Ignacio pregunto si le daris otra semilla y el maestro le respondió que primero
practica todo lo hablado y luego hablarían.
CAPITULO VIII
Luego
de su reunión con el maestro, Ignacio puso en práctica todo lo que se le había
recomendado. Consumía comida sátvica, dejó de lado la televisión para leer y
pensar, había bloqueado tiempo en la semana solo para pensar, los fines de
semana se dedicaba a su familia.
Después
de seis semanas, Ignacio fue a ver al maestro para recibir la última semilla,
pero no lo encontró; preguntando a una señora de su paradero, se enteró de la
trágica muerte de su maestro, Ignacio se sintió con rabia impotente, sensación
de estafa y miedo; se dio cuenta de su egocentrismo y pensó en todo el tiempo
que estuvo con el maestro, que jamás le había preguntado sobre su vida, de
donde venía, como era su familia, cual era su historia personal o como se
sentía.
Ya
en su casa, Ignacio tomaba conciencia de cuanto apreciaba y necesitaba al
maestro, y al frente suyo, en las plantas, estaban todas las etapas por las que
había pasado. Recordó el mensaje de cada una de ellas y de los cambios que
había pasado en su vida en cada etapa. Vio la primera semilla y recordó como el
maestro le enseñó que sus conductas del presente estaban asociadas al pasado;
la mimosa púdica, que representaba la importancia de la meditación; la rosa que
representaba el control del ego; el árbol de mango, que representaba el
servicio desinteresado, el girasol, la toma de decisiones éticas y finalmente
el pino, que lo ayudó más pragmáticamente en el control de su vida y dirigirla
hacia las cosas más importantes.
CAPITULO IX
Tres
semanas después, el servicio le había ayudado a liberarse del peso de la muerte
del maestro, pero sentía frustración por no terminar su educación espiritual.
Una noche, Ignacio encontró un sobre extraño encima de su mesa, se trataba del
maestro, en donde daba información sobre la última semilla.
La
última semilla es de la libertad y está representada por el árbol de hunco.
Este tiene la particularidad de ser totalmente flexible. Lo único rígido y no
se muere es su raíz. A diferencia de las otras semillas, este tiene muchos
mensajes de sabiduría.
La
flexibilidad nos dice que en la vida debemos tener la libertad de adaptarnos a
los vientos del cambio, en el plano material todo cambia, lo único que no
cambia es tu espíritu; nuestro cuerpo está preparado para cambiar; pero nuestra
mente no. Este es el reto del ser humano: tener el valor de crear nuevos
caminos y dejar las rutas conocidas, para mejorar y crecer.
La
sabiduría del desapego. En la superficie el hunco no está arraigado a nada,
fluye con los vientos y no ofrece resistencia. Los seres humanos debemos ser
libres y no arraigados a lo superficial a los bienes materiales y las formas.
Nuestro arraigo debe estar sólo en nuestro espíritu. El desapego debe ser con
compasión, es comprender que Dios está en todas las cosas.
CONCLUSIONES
Capitulo 1
La
vida desordenada, el buscar culpables no conduce a nada bueno, sino por el
contrario empeora las cosas y aumenta la infelicidad. La felicidad se consigue
dándole mas importancia al espíritu, que es la que la siente, tampoco se
encuentra en bienes y logros materiales.
Capitulo 2
Cada
vez que nos encontramos en una situación difícil, siempre afloran nuestras
conductas más internas que están almacenadas en nuestro subconsciente, estas
emociones destructivas que manifestamos sin darnos cuenta, pueden herir tanto
física como emocionalmente a los demás, si nos conocemos más a nosotros mismos
tendremos mas libertad y seremos capaces de ser felices y esto se logra con
paciencia.
Capitulo 3
La
meditación es una disciplina que muy pocas personas logran desarrollar pues
necesita disciplina, y sobre todo mucha dedicación, al principio puede resultar
difícil pues dejar los pensamientos de lado no es algo que se logre fácilmente,
pero una vez que lo logramos se abre un mundo de cosas nuevas y maravillosas,
pero no debemos olvidar cual es el verdadero fin de la meditación, el cual es
estar en contacto con nuestro alma, y no debemos dejarnos llevar por los
aspectos fenomenológicos que nos pueden alejar de nuestros verdazo camino.
Capitulo 4
Al
conocernos a nosotros mismos nos damos cuenta como es que realmente hemos
vivido, y como es que nuestra memoria subconsciente influye en nuestra vida
presente, con la meditación nos damos cuenta que todos tenemos una energía
vital con la que debemos estar en contacto, descubriendo el amor que llevamos
dentro, todos tenemos ego por el cual muchas veces nos dejamos controlar,
siendo soberbios y mostrando arrogantemente que somos mejores que los demás,
pero muchas veces por dejarnos dominar por el ego no nos damos cuenta de la
infinita cantidad de oportunidades que perdemos de aprender de los demás,
estamos en una época de aprendizaje continuo y tal vez nosotros seamos buenos
en algunas cosas pero hay otros aspectos en los que otras personas son mejores
que nosotros y deberíamos por tanto a prender a ser humildes a controlar
nuestro ego para poder aprender de los demás.
Capitulo 5
El
servicio es amor y entrega desinteresada opuesta al ego exacerbado que es
obsesión por objetivos personales, en cambio el servicio es dar y hacer lo
mejor que se pueda, para el crecimiento y desarrollo de otras personas sin
esperar nada a cambio.
Capitulo 6
Muchas
veces estamos en busca de cosas materiales y de la realización de metas, las
cuales creemos que nos darán la felicidad, así que no nos importa hacer lo que
sea para lograrlo, pero en esta parte aprendemos que no debemos ver los
resultados inmediatos sino verlos a largo plazo, orientar nuestras acciones
hacia la luz hacia el bien para los demás y Dios nos recompensara con creces,
pues solo actuando de acuerdo a nuestros principios y valores podemos crecer
como personas.
Capitulo 7
Vivimos
en un mundo de constante cambio en el que el tiempo aparentemente vuela de
nuestras manos, y lo que la semilla del pino nos enseña es que debemos darnos
tiempo para todo, dando prioridad a las actividades que realmente importan pues
si tratamos de hacer todo a la vez al final terminaremos sin concluir con nada,
también es importante cuidar nuestro cuerpo mediante una buena alimentación tanto
física como mental.
Capítulo 8
En
el capítulo se aprecia cuanto es que Ignacio aprecia a su maestro y la falta
que le hace en la vida, se da cuenta de que su ego sigue presente,
preocupándose más por él mismo que por su maestro, hace recuerdo de todas las
enseñanzas de su maestro a través de las plantas. La frase: Uno no sabe lo que
tiene hasta que lo pierde; se adapta a este capítulo.
Capítulo 9
Si
entendemos que el árbol de hunco, representa lo flexible y la sabiduría del
desapego, entonces nosotros los seres humanos debemos estar preparados para los
cambios y a ser flexibles en nuestras vidas, para esto tenemos que aprender a
controlar nuestro ego; atrevámonos a retar lo establecido; debemos ser libres.
No nos aferremos a los bienes materiales, sino solamente a nuestro espíritu que
es lo que más importa, el único que se unirá con Dios, aprendamos a sentir a
Dios en cada respiración y meditación, ayudémonos unos a otros ya que todos
somos parte de Dios y estamos en busca del camino para encontrarnos con él.
RESUMEN
“EL SECRETO DE LAS 7 SEMILLAS”
ÍNDICE
1.
Introducción
2.
Capitulo I
3.
Capitulo II
4.
Capitulo III
5.
Capitulo IV
6.
Capitulo V
7.
Capitulo VI
8.
Capitulo VII
9.
Capitulo VIII
10
.Capitulo IX
11.
Conclusiones
12.
Conclusiones del libro
13.
Resumen
14.
Bibliografía
INTRODUCCIÓN
El
secreto de las siete semillas, es una novela que sirve como herramienta de
autoayuda, en el cual se hace uso de: el conocimiento de autor sobre la empresa
y la experiencia de prácticas espirituales de filosofías orientales; las siete
semillas son los símbolos que utiliza un maestro para orientar a su discípulo,
cada una de las cuales tienen una enseñanza, desde el autoconocimiento hasta la
búsqueda de la felicidad, esta obra dedica su contenido aquellos de tratan de
sobresalir en un mundo lleno de competencia y también a los que quieren lograr
la felicidad.
CAPITULO I
Un
día Ignacio se enfureció, gritó y lo insultó a su gerente de ventas que había
renunciado momentos antes y esto le ocasionó un preinfarto que lo condujo a la
clínica. Al cabo de unos días Ignacio se recuperó, pero el médico le recomendó
cambiar su forma de vida. Que se relaje! Que medite! Para ello le fundamentó
con investigaciones científicas. A Ignacio siempre le pareció tonto pero las
explicaciones científicas lo hizo pensar y le comunicó a su esposa sobre las
recomendaciones del médico y ésta se alegró y le dio la dirección de un maestro
hindú.
Al
cabo de un mes Ignacio se sentía muy bien pero ese día recibió la noticia que
habían perdido una cuenta importante y empezó a gritar e insultarlo a su jefe
de ventas. En medio de todo este escándalo sintió un dolor en el pecho y se
asustó. Inmediatamente se dirigió a la casa del gurú hindú.
Cuando
llegó se estaba arrepintiendo, sentía vergüenza que las personas lo viesen ahí.
Finalmente un joven lo hizo pasar al interior donde se encontraba el maestro,
que era un señor delgado y trigueño, con túnica color azafrán. El gurú le
preguntó varias veces a Ignacio por que había ido a buscarlo y éste dio varias
veces la respuesta que quería aprender a relajarse, pero el maestro le preguntó
una vez más cual era el verdadero motivo que lo condujo hacia él y la respuesta
de Ignacio fue que todo esto era una pérdida de tiempo y se disponía a
retirarse. Pero el maestro le preguntó si era feliz, pues esta pregunta lo
enfureció a Ignacio respondiendo que él era un empresario exitoso y enumeró sus
posesiones a lo que el maestro le respondió que él solo quería saber si se
sentía feliz, esto ocasionó que le saliesen las lágrimas a Ignacio. El maestro
había irradiado amor . Ignacio se sentía muy cómodo. El maestro le explicó que
la felicidad no se compra sino se siente y el que siente es el espíritu, entonces
ahora debía aprender a generar felicidad en su vida.
Ignacio
le pidió instrucciones al maestro para ser feliz y éste sacó un cofre, donde
guardaba 7 semillas, las semillas de la felicidad. Le dijo que cada una de
ellas tiene una profunda enseñanza. El maestro le entregó la primera semilla
para que la siembre y que regrese cuando haya germinado para descifrar la
enseñanza.
Ignacio
fue a su casa y planto la semilla en su jardín, todos los días la regaba y la
cuidaba y la observaba. Pero no crecía nada.
CAPITULO II
Después
de cuatro semanas, ninguna planta había crecido, Ignacio removió la tierra y
sacó la semilla: estaba igual que cuando la planto. Pensó que era un tontera y
que perdía el tiempo o talvez no crecía porque no tenía derecho a su felicidad y
acudió donde el maestro a pedirle explicaciones.
Llego
a la casa del maestro, le pidió calma y le dijo: te di una semilla golpeada por
un martillo. Jamás crecerá; es decir si a la semilla la maltratan, humillan,
violentan no germinará, los seres humanos que han sido golpeados de pequeños si
pueden crecer, desarrollarse y ser felices, previamente necesitan conocerse a
sí mismos, tomar conciencia de su pasado y de cómo los afecta en el presente.
La primera semilla de la felicidad es el autoconocimiento.
Luego
el maestro continuo: que al pasar por momentos difíciles se generan emociones
fuertes que se registran en la memoria subconsciente, las cual es atemporal la
recordamos como si fuera ayer y las mostramos sin darnos cuenta, impidiéndonos
ser felices. Mientras más conciencia y conocimiento se tenga del subconsciente
se tendrá más libertad y capacidad para ser feliz y le pidió que regrese al día
siguiente.
El
maestro le dijo que cuando uno tiene traumas de niño, las emociones
destructivas afloran a la superficie y si uno bloquea estas emociones es como
empujar el hielo en el vaso de agua hacia abajo que siempre saldrá a flote, la
única forma de bloquearlas es disolverlas como el hielo en el agua y esto se
logra con paciencia y que debe integrar su aspecto emocional y racional para
que sea feliz; el maestro le preguntó a Ignacio sobre el trabajo y le contó que
tuvo un inconveniente con el jefe de despachos, le grito que era incompetente e
inepto le pareció normal actuar de esa manera, así le había enseñado su padre,
el maestro comenzó a preguntar como era su padre, Ignacio le contó con
historias y averiguó que había sido exigente, no aceptaba ningún error, era
violento, lo maltrataba con patadas, con palabras groseras y que su madre era
fría e impersonal; entonces el maestro entendió porque le había gritado de esa
forma al jefe de despachos.
Le
explicó que para él era normal la violencia porque creció en ella, que él
estaba haciendo lo que su padre hizo con él cuando cometía un error, continuó,
en realidad te mueres de miedo de que tu padre, te maltrate y humille.
Al
día siguiente Ignacio tuvo otro un mal entendido con el gerente de marketing,
Pedro, ya en la casa del maestro le contó el incidente, le dijo que no se dio
cuenta y se sentía estúpido y le dijo que los subordinados aprenden de los que
hace el líder no de lo que dice, le contó que sentía cierto placer como
discutían sus gerentes el maestro le dijo buscas la violencia para evocar a tu
padre, recomendó que tome conciencia poco a poco de sus emociones subconscientes,
revisando cómo se manifiestan en su vida actual. A medida que las entienda ira
bajando su intensidad en él mientras vaya tomando más conciencia de sus
conductas, conductas agresivas, de sus pensamientos y emociones destructivas,
tendría mayor capacidad de mejorar.
Luego
el maestro sacó una semilla del cofre la segunda semilla, le ordenó que la
siembre y que regrese cuando empiece a crecer.
CAPITULO III
Este
capitulo comienza con la típica rutina de Ignacio como gerente de su compañía,
en la cual enfrenta la incapacidad de sus subordinados en algunas tareas
correspondientes a su entorno empresarial.
Luego
de recibir la segunda semilla Ignacio asiste donde su maestro para contarle
todas sus actividades realizadas, así también lo mucho que había aprendido y
cuanto había mejorado su conducta frente al personal que estaba a su cargo , el
maestro, como de costumbre lo recibió en su domicilio y le platico acerca del
control de sus emociones poniéndole la analogía de la leña mojada que no se
enciende fácilmente, con esto , el maestro le quería hacer ver que cuando se
enfrentara a una situación difícil, se concentre en su respiración, de esta
forma haría como los leños mojados, al hacer esto Ignacio, no tendría que
reaccionar explosivamente, es decir , tomaría los problemas con mas calma y con
un mayor análisis de la situación, antes de tomar acciones .
Otra
enseñanza del maestro se refería a la meditación, es decir a la capacidad del
ser humano para que su espíritu dejara su cuerpo por unos instantes, de esta
forma el podría ver su entorno desde otra óptica, una óptica mas clara y
precisa, y para llegar a esto Ignacio debería concentrarse en el hecho de no
pensar, es decir poner su mente en blanco por unos instantes, ese era
precisamente el primer paso que debía dar Ignacio para llegar a experimentar
las bondades de la meditación.
Aprovechando
que su familia había viajado a la ciudad de Ica, Ignacio decidió poner en
practica todo lo que su maestro le había enseñado, la meditación,
efectivamente, puso toda su atención en una sola palabra y poco a poco se
interno en ese mundo mágico, en ese mundo irreal, su mente finalmente lo había
conseguido.
Para
Ignacio esta experiencia había sido la mas maravillosa de su vida, había salido
de su cuerpo por unos instantes.....,emocionado se dirigió donde su maestro y
le contó con mucha alegría su experiencia con la meditación, el maestro que lo
escucho en silencio, le comento que no confundiera un poco las cosas, es decir
que lo que había logrado Ignacio solo era un pequeño comienzo y nada mas, y que
aun debía esforzarse por llegar a comprender en toda su dimensión lo que es la
meditación, y para esto le enseña la secreta técnica del Kriya Yoga, técnica
milenaria que le ayudaría a llegar mas rápido, a experimentar lo que Ignacio
estaba buscando, las bondades de la meditación.
CAPITULO IV
En
este capitulo entramos al análisis de la tercera semilla, siguiendo la historia
ya habían pasado 4 meses desde que Ignacio fue a ver a su maestro, y desde que
este le había dado la tercera semilla. Después de todo este tiempo Ignacio ya
había estado pasando por las dos primeras fases de enseñanza el auto
conocimiento y la meditación, y además su practica de la disciplina llamada
Kriya Yoga era cada vez mas frecuente, este disciplina lo había ayudado a
mejorar su concentración y a darse cuenta de sus actos evitando que explote
ante situaciones extremas.
Como
consecuencia de la meditación fue que se llevaba mejor con las personas y se
involucro mas en lo que es el área de ventas, se encargo personalmente y lo
logro otra venta estaba muy contento entonces se fue donde sus subordinados y
les dijo que era el mejor que gracias a el las ventas habían aumentado y que el
valía mas que 10 de ellos, cuando hubo terminado se dio cuenta que a pesar de que
su personal estaba descontento y no sabia por que, entonces se dirigió a la
casa de su maestro, cuando llego le contó todo lo que había sucedido. El
maestro le pregunto acerca de la semilla, Ignacio le dijo que se trataba de un
rosal rojo, el maestro le dijo que era acerca de la falta de amor, que la rosa
cuando florece puede ser muy hermosa, pero eso solo de lejos pues cuando te
acercas te puede hacer daño con sus espinas, igual son las personas que son
controladas por su ego, de lejos pueden parecer buenas personas pero si te
acercas veras que te pueden hacer daño con su egoísmo, por lo que la enseñanza
de esta semilla tiene que ver con el control del ego.
El
maestro le explico a Ignacio que cuando existen personas que fueron maltratadas
en su niñez, crecen con baja autoestima, lo que genera una personalidad
inferior que quiere ocultar a toda costa lo que siente, esta es el ego.
La
mayoría de personas con este problema tratan de procurar estar en situaciones
donde se sientan admirados igual que la rosa tratan de ocultar su verdadero yo,
el maestro le comento entonces que la reunión que se organizo no fue Ignacio,
sino su ego quien lo hizo, pues lo que hizo en realidad con la excusa de
motivar a sus subordinados fue restregarles que el era mejor que todos ellos y
en vez de motivarlos solo trato de hacerlos sentir inferiores.
El
maestro le dijo que el ego era como la llanta desinflada de un bicicleta uno
puede repararla con un inflador pero si la llanta tenia un hueco, nunca se iba
inflar. El maestro le ilustro a Ignacio otras situaciones en las que se
manifestaba el ego por ejemplo cuando Ignacio pudo salir de su cuerpo se
encontraba con muchas ganas de mostrar a todo el mundo lo que había hecho, la
mayoría de personas que tomaban el camino de la meditación se quedan tan
impresionadas por los aspectos fenomenológicos que olvidaban el verdadero
propósito de la meditación. Otra forma de manifestarse es cuando las personas
hablan mal de otras personas, cuando esto sucede, las personas que se dejan
controlar por su ego actúan de esa forma para sentirse mejor consigo mismos y
por tanto inflar su ego. El maestro le dijo que debía estar atento ya que el
ego suele tomar muchas formas para controlarnos y una de estas era juzgando a
las personas para hacernos sentir superiores.
Ignacio
pregunto como era posible que el podía cambiar su comportamiento, el cual lo
había acompañado durante mas de 30 años. El maestros le dijo que muchas
personas se dejan dominar por sus hábitos y viven actuando de una misma forma
toda su vida, pero que el debía aprender a tomar las riendas de su vida.
El
maestro también dijo que el ego se manifiesta en los equipos de trabajo cuando
alguien tiene una idea el ego trata de desmerecer esa idea pues se siente
inferior, también cuando en un equipó se comete un error el ego trata de buscar
culpables para así el sentirse superior. Ignacio agrego que de todos modos el
ego había sido quien lo había motivado para sacar adelante su empresa y el
maestro le contesto que el ego era un motivador excelente pero en realidad que
alcanzar las metas no era el objetivo de la vida sino que era encontrar la
felicidad.
La
forma para controlar al ego era mediante la meditación, el ego sustituya el
amor que Ignacio no había recibido cuando niño, pero mediante la meditación
redescubría un amor que siempre había llevado dentro y que no conocía, por lo
tanto al sentir ese amor no era necesario que su ego tuviera que ser inflado.
El
maestro se levanto y saco la cuarta semilla y le dijo que la próxima enseñanza
le daría el verdadero propósito de las empresas.
CAPITULO V
Después
de mes y medio creció la planta, era una planta de mango. Ignacio no se iba a
trabajar ni a dormir sin antes meditar media hora, esto lo hacía sentir muy
feliz, y estar en un estado de paz. El quería vencer a su ego.
Un
día, Ignacio tuvo una reunión mensual en su empresa con sus ejecutivos para
esto él iba a ser el moderador. Los gerentes estaban exponiendo sus metas y
logros, cuando le tocó el turno al gerente de ventas y este dijo que tuvieron
problemas por la crisis económica del país y también problemas de despacho
cuando todos empezaron a culparse y a ofenderse. Ignacio interrumpió y les
pidió calma, dijo que no estaban para buscar culpables sino para apoyarse entre
todos. Le pidió a su gerente de ventas que diga como le pueden ayudar para que
logre sus metas y éste le dijo que el culpable es Ignacio, por que su gente
esta desmotivada ya que le había quitado sus principales clientes, pues esto lo
puso muy furioso a Ignacio y comenzó a gritar. Otra vez le gano su ego pero se
dio cuenta, así que dio por concluida la reunión y cito al día siguiente al
gerente de ventas para arreglar el asunto.
Ignacio
se dirigió a la casa del maestro a contarle lo sucedido. Ahí le dijo que se
propuso vencer a su ego pero finalmente el ego lo domina.
El
maestro le explicó que cuando uno se propone una meta con tanto apego y deseo y
al querer ser el vencedor y ganarle al ego, uno simplemente actúa con el ego.
Cuando uno se molesta o angustia atrae el ego, por el contrario cuando se esta
en paz, en tranquilidad aleja el ego. El maestro concluyó diciéndole que uno
siempre debe hacer lo mejor que puede y dar lo mejor de sí, al margen de los
resultados. Luego procedió a descifrar la enseñanza de la semilla de mango. Le
dijo que el árbol de mango nos da sombra y nosotros le tiramos piedras todo el
tiempo y encima el mango nos da frutos, entonces el mensaje que nos da el mango
es el servicio desinteresado. El servicio es el opuesto al ego. Ignacio, no
existe felicidad más grande en el mundo que la que se siente cuando ayudas a terceras
personas. El servicio es dejar de pensar solamente en ti y pensar en los demás.
Servicio es preocuparse en el crecimiento y desarrollo de otras personas.
El
maestro ayudó a Ignacio a encontrar su drama, el cual era el de comunicar sus
conocimientos y experiencias sobre la meditación, el control del ego, el
servicio, a la comunidad empresarial. Ignacio nunca había echo una
presentación, pero el gurú le dijo que preparase una presentación racional, con
base y llegando a los empresarios basándose en lo que ellos quieren escuchar,
pero siempre dando su mensaje.
Ignacio
confesó que tenía miedo, pero el gurú le dijo que el miedo nos viene cuando
sentimos que estamos pidiendo y no sirviendo. Si vamos con amor y desinterés el
miedo desaparece.
Así
que Ignacio acepto dar su primera presentación y volvería donde el maestro
después de esta. Ignacio se preparó en hacer su conferencia en base a las
cuatro semillas que conocía: el autoconocimiento, la meditación, el control del
ego y el servicio.
Cuando
llegó el día de la presentación, ya frente al público sentía terror, estaba
angustiado, pero puso en práctica la concentración en su respiración y se
calmó, poco a poco tomó confianza y dio una buena conferencia e incluso logró
hacer meditar al público y al final todos lo felicitaron.
En
casa del maestro, Ignacio recibió más instrucciones. Tenía que sentir amor y
entrega verdadera en cada momento de su servicio. A medida que logre más éxitos
tendría que meditar más.
El
maestro le dio la quinta semilla y descifrarían el mensaje cuando haya crecido.
Ignacio fue a su casa y sembró la semilla.
CAPITULO VI
Luego
de recibir la semilla del girasol, Ignacio se interno nuevamente en su mundo
empresarial, en la que enfrentaba múltiples problemas, situaciones inesperadas,
y sobre todo, la desleal competencia con otras empresas dedicadas al rubro.
Precisamente,
Ignacio se encontraba preocupado por el hecho de hacer un recorte de personal,
y no hallaba el medio para lograr este objetivo sin tener que poner en riesgo
el rendimiento de su empresa, ante este dilema Ignacio decidió dirigirse hacia
su maestro, y ya teniéndolo en frente expuso todos aquellos dilemas que
enfrentaba y que debía dar solución en el menor plazo.
El
maestro, acostumbrado a escucharlo silenciosamente, le hizo reflexionar acerca
de la semilla del girasol, y de cómo esta planta orienta su postura hacia la
luz, con esto, el maestro le quería hacer ver que la meditación le estaba
orientando hacia algo sublime, que estaba saliendo a la luz su espíritu de niño
que había dejado hacia mucho tiempo atrás, y que ahora su vida se basaba en
hechos que van con la moral y con las buenas costumbres, y que ya no era aquel
hombre al que solo le importaba el fin sin considerar los medios, por el
contrario ahora, el era un hombre que disfrutaba el hecho de seguir hacia
adelante con mucha paz, como si estuviese seguro que el resultado de lo que
emprendía seria siempre el mejor.
Ignacio,
entonces comprendió que toda su vida había estado dedicada a la empresa y las
cosas materiales , y que su infelicidad se debía precisamente porque carecía de
una orientación hacia algo sublime, hacia algo que le hiciera sentir paz y
mucho amor, no solo con los trabajadores de su empresa, si no también con su
familia, y esta orientación de su vida era precisamente hacia Dios, al hacer
eso, el estaría mas tranquilo consigo mismo y sobretodo con aquella fuerza
interior que solo Dios es capaz de dar a aquellos que lo aman.
CAPITULO VII
Después
de aprender la enseñanza de la quinta semilla, Ignacio trato de orientar sus
acciones hacia la luz, hacia Dios, para tomar alguna decisión ahora analizaba
los resultados a largo plazo antes de los fines de lucro, primero analizaba
todo éticamente y después tomaba la decisión correcta. También siguió dictando
sus conferencias en las cuales había tenido mucho éxito ahora tenia claro su
darma, este tema de la espiritualidad era muy novedoso y habían muchos temas
acerca de cómo trabajare en equipo.
Pero
a pesar de el cambio en la vida de Ignacio, él vivía en un constante estrés,
tanto que vivía corriendo de un lado a otro tratando de hacer de todo para lo
cual el tiempo no le alcanzaba, habían pasado ya 6 meses desde que planto la
ultima semilla, la cual era una planta de pino.
Ya
era tiempo de ir a visitar a su maestro por lo que Ignacio se propuso estar muy
atento a sus problemas para poder así consultarlos con él, ese día como siempre
estuvo muy ocupado atendiendo asuntos de la empresa, por lo que al final del
día no había concluido casi ninguno de sus objetivos.
Esa
tarde apenas llego a la casa del maestro le contó lo que pasaba, el maestro lo
escucho con paciencia y luego lo llevo al jardín le dio un recipiente rajado y
le dijo que regara una palmera, el agua se salía por la rajadura. El maestro le
explico que los seres humanos son iguales, gastan su tiempo en cosas que no son
importantes y por eso el tiempo se les escapa de las manos.
El
maestro le dijo a Ignacio que debería de priorizar las actividades que
realizaba, y que le diera mas responsabilidades al personal de su empresa, y
dejara que ellos fueran mas independientes, que dejara de lado las actividades
en las que el no aportaba un valor, que si quería enseñar a las personas la
importancia de la meditación y la paz interior no podía pasarse la vida
estresado por problemas de poca importancia, también le recomendó que
organizara su semana con horarios que debería respetar para así darle prioridad
a las actividades de verdadera importancia.
El
maestro le pregunto a Ignacio si sabia cual era la semilla que le había dado,
él le respondió que era un árbol de pino, le explico que la peculiaridad del
pino es que es un aclara muestra del equilibrio perfecto, pues sus ramas están
dispuestas de tal modo que ninguna le hace sombra a otra e incluso cuando cae
nieve pierde ese equilibrio, y que así como el pino los seres humanos debemos
buscar el equilibrio en los diferentes roles que asumimos en nuestra vida.
Luego
fueron a la cocina donde el maestro puso a hervir agua y luego le dijo a
Ignacio que tratara de coger el vapor de agua, después le pido que tratara de
coger el agua que salía del caño y finamente le pido que tratara de agarrar
unos cubos de hielo, para terminar concluyo con que el tiempo es como el agua y
que dependiendo como lo manejemos se comporta como tal, así que de ahora en
adelante cada fin de semana Ignacio debería planificar su tiempo priorizando.
Para
concluir el maestro le dijo a Ignacio que si el pino no recibiera los
nutrientes adecuados para su desarrollo seria en vano tratar de mantenerse
equilibrado, por lo que la alimentación era un punto muy importante para
lograrlo, le dijo que existen 3 tipos de alimentos, los tamásicos, carnes rojas,
comida enlatada, etc. Los cuales causan somnolencia e inacción, los rajásicos,
pescado, pollo, café que dan euforia y agresividad, y los sátvicos frutas y
verduras, que producen alegría, claridad, lo que debemos hacer evitar los
primeros, consumir moderadamente los segundo y centrar nuestra alimentación en
los terceros.
Nuestro
cuerpo nos da señales acerca de lo que es bueno para nosotros pero la mayoría
de veces no nos damos cuenta y aunque es difícil cambiar de hábitos era nuestra
decisión hacerlo o no.
Finalmente
Ignacio pregunto si le daris otra semilla y el maestro le respondió que primero
practica todo lo hablado y luego hablarían.
CAPITULO VIII
Luego
de su reunión con el maestro, Ignacio puso en práctica todo lo que se le había
recomendado. Consumía comida sátvica, dejó de lado la televisión para leer y
pensar, había bloqueado tiempo en la semana solo para pensar, los fines de
semana se dedicaba a su familia.
Después
de seis semanas, Ignacio fue a ver al maestro para recibir la última semilla,
pero no lo encontró; preguntando a una señora de su paradero, se enteró de la
trágica muerte de su maestro, Ignacio se sintió con rabia impotente, sensación
de estafa y miedo; se dio cuenta de su egocentrismo y pensó en todo el tiempo
que estuvo con el maestro, que jamás le había preguntado sobre su vida, de
donde venía, como era su familia, cual era su historia personal o como se
sentía.
Ya
en su casa, Ignacio tomaba conciencia de cuanto apreciaba y necesitaba al
maestro, y al frente suyo, en las plantas, estaban todas las etapas por las que
había pasado. Recordó el mensaje de cada una de ellas y de los cambios que
había pasado en su vida en cada etapa. Vio la primera semilla y recordó como el
maestro le enseñó que sus conductas del presente estaban asociadas al pasado;
la mimosa púdica, que representaba la importancia de la meditación; la rosa que
representaba el control del ego; el árbol de mango, que representaba el
servicio desinteresado, el girasol, la toma de decisiones éticas y finalmente
el pino, que lo ayudó más pragmáticamente en el control de su vida y dirigirla
hacia las cosas más importantes.
CAPITULO IX
Tres
semanas después, el servicio le había ayudado a liberarse del peso de la muerte
del maestro, pero sentía frustración por no terminar su educación espiritual.
Una noche, Ignacio encontró un sobre extraño encima de su mesa, se trataba del
maestro, en donde daba información sobre la última semilla.
La
última semilla es de la libertad y está representada por el árbol de hunco.
Este tiene la particularidad de ser totalmente flexible. Lo único rígido y no
se muere es su raíz. A diferencia de las otras semillas, este tiene muchos
mensajes de sabiduría.
La
flexibilidad nos dice que en la vida debemos tener la libertad de adaptarnos a
los vientos del cambio, en el plano material todo cambia, lo único que no
cambia es tu espíritu; nuestro cuerpo está preparado para cambiar; pero nuestra
mente no. Este es el reto del ser humano: tener el valor de crear nuevos
caminos y dejar las rutas conocidas, para mejorar y crecer.
La
sabiduría del desapego. En la superficie el hunco no está arraigado a nada,
fluye con los vientos y no ofrece resistencia. Los seres humanos debemos ser
libres y no arraigados a lo superficial a los bienes materiales y las formas.
Nuestro arraigo debe estar sólo en nuestro espíritu. El desapego debe ser con
compasión, es comprender que Dios está en todas las cosas.
CONCLUSIONES
Capitulo 1
La
vida desordenada, el buscar culpables no conduce a nada bueno, sino por el
contrario empeora las cosas y aumenta la infelicidad. La felicidad se consigue
dándole mas importancia al espíritu, que es la que la siente, tampoco se
encuentra en bienes y logros materiales.
Capitulo 2
Cada
vez que nos encontramos en una situación difícil, siempre afloran nuestras
conductas más internas que están almacenadas en nuestro subconsciente, estas
emociones destructivas que manifestamos sin darnos cuenta, pueden herir tanto
física como emocionalmente a los demás, si nos conocemos más a nosotros mismos
tendremos mas libertad y seremos capaces de ser felices y esto se logra con
paciencia.
Capitulo 3
La
meditación es una disciplina que muy pocas personas logran desarrollar pues
necesita disciplina, y sobre todo mucha dedicación, al principio puede resultar
difícil pues dejar los pensamientos de lado no es algo que se logre fácilmente,
pero una vez que lo logramos se abre un mundo de cosas nuevas y maravillosas,
pero no debemos olvidar cual es el verdadero fin de la meditación, el cual es
estar en contacto con nuestro alma, y no debemos dejarnos llevar por los
aspectos fenomenológicos que nos pueden alejar de nuestros verdazo camino.
Capitulo 4
Al
conocernos a nosotros mismos nos damos cuenta como es que realmente hemos
vivido, y como es que nuestra memoria subconsciente influye en nuestra vida
presente, con la meditación nos damos cuenta que todos tenemos una energía
vital con la que debemos estar en contacto, descubriendo el amor que llevamos
dentro, todos tenemos ego por el cual muchas veces nos dejamos controlar,
siendo soberbios y mostrando arrogantemente que somos mejores que los demás,
pero muchas veces por dejarnos dominar por el ego no nos damos cuenta de la
infinita cantidad de oportunidades que perdemos de aprender de los demás,
estamos en una época de aprendizaje continuo y tal vez nosotros seamos buenos
en algunas cosas pero hay otros aspectos en los que otras personas son mejores
que nosotros y deberíamos por tanto a prender a ser humildes a controlar
nuestro ego para poder aprender de los demás.
Capitulo 5
El
servicio es amor y entrega desinteresada opuesta al ego exacerbado que es
obsesión por objetivos personales, en cambio el servicio es dar y hacer lo
mejor que se pueda, para el crecimiento y desarrollo de otras personas sin
esperar nada a cambio.
Capitulo 6
Muchas
veces estamos en busca de cosas materiales y de la realización de metas, las
cuales creemos que nos darán la felicidad, así que no nos importa hacer lo que
sea para lograrlo, pero en esta parte aprendemos que no debemos ver los
resultados inmediatos sino verlos a largo plazo, orientar nuestras acciones
hacia la luz hacia el bien para los demás y Dios nos recompensara con creces,
pues solo actuando de acuerdo a nuestros principios y valores podemos crecer
como personas.
Capitulo 7
Vivimos
en un mundo de constante cambio en el que el tiempo aparentemente vuela de
nuestras manos, y lo que la semilla del pino nos enseña es que debemos darnos
tiempo para todo, dando prioridad a las actividades que realmente importan pues
si tratamos de hacer todo a la vez al final terminaremos sin concluir con nada,
también es importante cuidar nuestro cuerpo mediante una buena alimentación tanto
física como mental.
Capítulo 8
En
el capítulo se aprecia cuanto es que Ignacio aprecia a su maestro y la falta
que le hace en la vida, se da cuenta de que su ego sigue presente,
preocupándose más por él mismo que por su maestro, hace recuerdo de todas las
enseñanzas de su maestro a través de las plantas. La frase: Uno no sabe lo que
tiene hasta que lo pierde; se adapta a este capítulo.
Capítulo 9
Si
entendemos que el árbol de hunco, representa lo flexible y la sabiduría del
desapego, entonces nosotros los seres humanos debemos estar preparados para los
cambios y a ser flexibles en nuestras vidas, para esto tenemos que aprender a
controlar nuestro ego; atrevámonos a retar lo establecido; debemos ser libres.
No nos aferremos a los bienes materiales, sino solamente a nuestro espíritu que
es lo que más importa, el único que se unirá con Dios, aprendamos a sentir a
Dios en cada respiración y meditación, ayudémonos unos a otros ya que todos
somos parte de Dios y estamos en busca del camino para encontrarnos con él.
AUTOR: David Fischman