RESUMEN “EL SECRETO DE LAS SIETE SEMILLAS”

RESUMEN  “EL SECRETO DE LAS 7 SEMILLAS”
ÍNDICE
1. Introducción
2. Capitulo I
3. Capitulo II
4. Capitulo III

5. Capitulo IV
6. Capitulo V
7. Capitulo VI
8. Capitulo VII
9. Capitulo VIII
10 .Capitulo IX
11. Conclusiones
12. Conclusiones del libro
13. Resumen
14. Bibliografía
INTRODUCCIÓN
El secreto de las siete semillas, es una novela que sirve como herramienta de autoayuda, en el cual se hace uso de: el conocimiento de autor sobre la empresa y la experiencia de prácticas espirituales de filosofías orientales; las siete semillas son los símbolos que utiliza un maestro para orientar a su discípulo, cada una de las cuales tienen una enseñanza, desde el autoconocimiento hasta la búsqueda de la felicidad, esta obra dedica su contenido aquellos de tratan de sobresalir en un mundo lleno de competencia y también a los que quieren lograr la felicidad.

CAPITULO I

Ignacio Rodríguez, es el gerente general de R y G, trabajaba 18 horas diarias, bebía mucho alcohol, fumaba mucho y no practicaba deporte y era un hombre con muchos problemas en el trabajo.
Un día Ignacio se enfureció, gritó y lo insultó a su gerente de ventas que había renunciado momentos antes y esto le ocasionó un preinfarto que lo condujo a la clínica. Al cabo de unos días Ignacio se recuperó, pero el médico le recomendó cambiar su forma de vida. Que se relaje! Que medite! Para ello le fundamentó con investigaciones científicas. A Ignacio siempre le pareció tonto pero las explicaciones científicas lo hizo pensar y le comunicó a su esposa sobre las recomendaciones del médico y ésta se alegró y le dio la dirección de un maestro hindú.
Al cabo de un mes Ignacio se sentía muy bien pero ese día recibió la noticia que habían perdido una cuenta importante y empezó a gritar e insultarlo a su jefe de ventas. En medio de todo este escándalo sintió un dolor en el pecho y se asustó. Inmediatamente se dirigió a la casa del gurú hindú.
Cuando llegó se estaba arrepintiendo, sentía vergüenza que las personas lo viesen ahí. Finalmente un joven lo hizo pasar al interior donde se encontraba el maestro, que era un señor delgado y trigueño, con túnica color azafrán. El gurú le preguntó varias veces a Ignacio por que había ido a buscarlo y éste dio varias veces la respuesta que quería aprender a relajarse, pero el maestro le preguntó una vez más cual era el verdadero motivo que lo condujo hacia él y la respuesta de Ignacio fue que todo esto era una pérdida de tiempo y se disponía a retirarse. Pero el maestro le preguntó si era feliz, pues esta pregunta lo enfureció a Ignacio respondiendo que él era un empresario exitoso y enumeró sus posesiones a lo que el maestro le respondió que él solo quería saber si se sentía feliz, esto ocasionó que le saliesen las lágrimas a Ignacio. El maestro había irradiado amor . Ignacio se sentía muy cómodo. El maestro le explicó que la felicidad no se compra sino se siente y el que siente es el espíritu, entonces ahora debía aprender a generar felicidad en su vida.
Ignacio le pidió instrucciones al maestro para ser feliz y éste sacó un cofre, donde guardaba 7 semillas, las semillas de la felicidad. Le dijo que cada una de ellas tiene una profunda enseñanza. El maestro le entregó la primera semilla para que la siembre y que regrese cuando haya germinado para descifrar la enseñanza.
Ignacio fue a su casa y planto la semilla en su jardín, todos los días la regaba y la cuidaba y la observaba. Pero no crecía nada.

CAPITULO II

Después de cuatro semanas, ninguna planta había crecido, Ignacio removió la tierra y sacó la semilla: estaba igual que cuando la planto. Pensó que era un tontera y que perdía el tiempo o talvez no crecía porque no tenía derecho a su felicidad y acudió donde el maestro a pedirle explicaciones.
Llego a la casa del maestro, le pidió calma y le dijo: te di una semilla golpeada por un martillo. Jamás crecerá; es decir si a la semilla la maltratan, humillan, violentan no germinará, los seres humanos que han sido golpeados de pequeños si pueden crecer, desarrollarse y ser felices, previamente necesitan conocerse a sí mismos, tomar conciencia de su pasado y de cómo los afecta en el presente. La primera semilla de la felicidad es el autoconocimiento.
Luego el maestro continuo: que al pasar por momentos difíciles se generan emociones fuertes que se registran en la memoria subconsciente, las cual es atemporal la recordamos como si fuera ayer y las mostramos sin darnos cuenta, impidiéndonos ser felices. Mientras más conciencia y conocimiento se tenga del subconsciente se tendrá más libertad y capacidad para ser feliz y le pidió que regrese al día siguiente.
El maestro le dijo que cuando uno tiene traumas de niño, las emociones destructivas afloran a la superficie y si uno bloquea estas emociones es como empujar el hielo en el vaso de agua hacia abajo que siempre saldrá a flote, la única forma de bloquearlas es disolverlas como el hielo en el agua y esto se logra con paciencia y que debe integrar su aspecto emocional y racional para que sea feliz; el maestro le preguntó a Ignacio sobre el trabajo y le contó que tuvo un inconveniente con el jefe de despachos, le grito que era incompetente e inepto le pareció normal actuar de esa manera, así le había enseñado su padre, el maestro comenzó a preguntar como era su padre, Ignacio le contó con historias y averiguó que había sido exigente, no aceptaba ningún error, era violento, lo maltrataba con patadas, con palabras groseras y que su madre era fría e impersonal; entonces el maestro entendió porque le había gritado de esa forma al jefe de despachos.
Le explicó que para él era normal la violencia porque creció en ella, que él estaba haciendo lo que su padre hizo con él cuando cometía un error, continuó, en realidad te mueres de miedo de que tu padre, te maltrate y humille.
Al día siguiente Ignacio tuvo otro un mal entendido con el gerente de marketing, Pedro, ya en la casa del maestro le contó el incidente, le dijo que no se dio cuenta y se sentía estúpido y le dijo que los subordinados aprenden de los que hace el líder no de lo que dice, le contó que sentía cierto placer como discutían sus gerentes el maestro le dijo buscas la violencia para evocar a tu padre, recomendó que tome conciencia poco a poco de sus emociones subconscientes, revisando cómo se manifiestan en su vida actual. A medida que las entienda ira bajando su intensidad en él mientras vaya tomando más conciencia de sus conductas, conductas agresivas, de sus pensamientos y emociones destructivas, tendría mayor capacidad de mejorar.
Luego el maestro sacó una semilla del cofre la segunda semilla, le ordenó que la siembre y que regrese cuando empiece a crecer.

CAPITULO III

Este capitulo comienza con la típica rutina de Ignacio como gerente de su compañía, en la cual enfrenta la incapacidad de sus subordinados en algunas tareas correspondientes a su entorno empresarial.
Luego de recibir la segunda semilla Ignacio asiste donde su maestro para contarle todas sus actividades realizadas, así también lo mucho que había aprendido y cuanto había mejorado su conducta frente al personal que estaba a su cargo , el maestro, como de costumbre lo recibió en su domicilio y le platico acerca del control de sus emociones poniéndole la analogía de la leña mojada que no se enciende fácilmente, con esto , el maestro le quería hacer ver que cuando se enfrentara a una situación difícil, se concentre en su respiración, de esta forma haría como los leños mojados, al hacer esto Ignacio, no tendría que reaccionar explosivamente, es decir , tomaría los problemas con mas calma y con un mayor análisis de la situación, antes de tomar acciones .
Otra enseñanza del maestro se refería a la meditación, es decir a la capacidad del ser humano para que su espíritu dejara su cuerpo por unos instantes, de esta forma el podría ver su entorno desde otra óptica, una óptica mas clara y precisa, y para llegar a esto Ignacio debería concentrarse en el hecho de no pensar, es decir poner su mente en blanco por unos instantes, ese era precisamente el primer paso que debía dar Ignacio para llegar a experimentar las bondades de la meditación.
Aprovechando que su familia había viajado a la ciudad de Ica, Ignacio decidió poner en practica todo lo que su maestro le había enseñado, la meditación, efectivamente, puso toda su atención en una sola palabra y poco a poco se interno en ese mundo mágico, en ese mundo irreal, su mente finalmente lo había conseguido.
Para Ignacio esta experiencia había sido la mas maravillosa de su vida, había salido de su cuerpo por unos instantes.....,emocionado se dirigió donde su maestro y le contó con mucha alegría su experiencia con la meditación, el maestro que lo escucho en silencio, le comento que no confundiera un poco las cosas, es decir que lo que había logrado Ignacio solo era un pequeño comienzo y nada mas, y que aun debía esforzarse por llegar a comprender en toda su dimensión lo que es la meditación, y para esto le enseña la secreta técnica del Kriya Yoga, técnica milenaria que le ayudaría a llegar mas rápido, a experimentar lo que Ignacio estaba buscando, las bondades de la meditación.

CAPITULO IV

En este capitulo entramos al análisis de la tercera semilla, siguiendo la historia ya habían pasado 4 meses desde que Ignacio fue a ver a su maestro, y desde que este le había dado la tercera semilla. Después de todo este tiempo Ignacio ya había estado pasando por las dos primeras fases de enseñanza el auto conocimiento y la meditación, y además su practica de la disciplina llamada Kriya Yoga era cada vez mas frecuente, este disciplina lo había ayudado a mejorar su concentración y a darse cuenta de sus actos evitando que explote ante situaciones extremas.
Como consecuencia de la meditación fue que se llevaba mejor con las personas y se involucro mas en lo que es el área de ventas, se encargo personalmente y lo logro otra venta estaba muy contento entonces se fue donde sus subordinados y les dijo que era el mejor que gracias a el las ventas habían aumentado y que el valía mas que 10 de ellos, cuando hubo terminado se dio cuenta que a pesar de que su personal estaba descontento y no sabia por que, entonces se dirigió a la casa de su maestro, cuando llego le contó todo lo que había sucedido. El maestro le pregunto acerca de la semilla, Ignacio le dijo que se trataba de un rosal rojo, el maestro le dijo que era acerca de la falta de amor, que la rosa cuando florece puede ser muy hermosa, pero eso solo de lejos pues cuando te acercas te puede hacer daño con sus espinas, igual son las personas que son controladas por su ego, de lejos pueden parecer buenas personas pero si te acercas veras que te pueden hacer daño con su egoísmo, por lo que la enseñanza de esta semilla tiene que ver con el control del ego.
El maestro le explico a Ignacio que cuando existen personas que fueron maltratadas en su niñez, crecen con baja autoestima, lo que genera una personalidad inferior que quiere ocultar a toda costa lo que siente, esta es el ego.
La mayoría de personas con este problema tratan de procurar estar en situaciones donde se sientan admirados igual que la rosa tratan de ocultar su verdadero yo, el maestro le comento entonces que la reunión que se organizo no fue Ignacio, sino su ego quien lo hizo, pues lo que hizo en realidad con la excusa de motivar a sus subordinados fue restregarles que el era mejor que todos ellos y en vez de motivarlos solo trato de hacerlos sentir inferiores.
El maestro le dijo que el ego era como la llanta desinflada de un bicicleta uno puede repararla con un inflador pero si la llanta tenia un hueco, nunca se iba inflar. El maestro le ilustro a Ignacio otras situaciones en las que se manifestaba el ego por ejemplo cuando Ignacio pudo salir de su cuerpo se encontraba con muchas ganas de mostrar a todo el mundo lo que había hecho, la mayoría de personas que tomaban el camino de la meditación se quedan tan impresionadas por los aspectos fenomenológicos que olvidaban el verdadero propósito de la meditación. Otra forma de manifestarse es cuando las personas hablan mal de otras personas, cuando esto sucede, las personas que se dejan controlar por su ego actúan de esa forma para sentirse mejor consigo mismos y por tanto inflar su ego. El maestro le dijo que debía estar atento ya que el ego suele tomar muchas formas para controlarnos y una de estas era juzgando a las personas para hacernos sentir superiores.
Ignacio pregunto como era posible que el podía cambiar su comportamiento, el cual lo había acompañado durante mas de 30 años. El maestros le dijo que muchas personas se dejan dominar por sus hábitos y viven actuando de una misma forma toda su vida, pero que el debía aprender a tomar las riendas de su vida.
El maestro también dijo que el ego se manifiesta en los equipos de trabajo cuando alguien tiene una idea el ego trata de desmerecer esa idea pues se siente inferior, también cuando en un equipó se comete un error el ego trata de buscar culpables para así el sentirse superior. Ignacio agrego que de todos modos el ego había sido quien lo había motivado para sacar adelante su empresa y el maestro le contesto que el ego era un motivador excelente pero en realidad que alcanzar las metas no era el objetivo de la vida sino que era encontrar la felicidad.
La forma para controlar al ego era mediante la meditación, el ego sustituya el amor que Ignacio no había recibido cuando niño, pero mediante la meditación redescubría un amor que siempre había llevado dentro y que no conocía, por lo tanto al sentir ese amor no era necesario que su ego tuviera que ser inflado.
El maestro se levanto y saco la cuarta semilla y le dijo que la próxima enseñanza le daría el verdadero propósito de las empresas.

CAPITULO V

Después de mes y medio creció la planta, era una planta de mango. Ignacio no se iba a trabajar ni a dormir sin antes meditar media hora, esto lo hacía sentir muy feliz, y estar en un estado de paz. El quería vencer a su ego.
Un día, Ignacio tuvo una reunión mensual en su empresa con sus ejecutivos para esto él iba a ser el moderador. Los gerentes estaban exponiendo sus metas y logros, cuando le tocó el turno al gerente de ventas y este dijo que tuvieron problemas por la crisis económica del país y también problemas de despacho cuando todos empezaron a culparse y a ofenderse. Ignacio interrumpió y les pidió calma, dijo que no estaban para buscar culpables sino para apoyarse entre todos. Le pidió a su gerente de ventas que diga como le pueden ayudar para que logre sus metas y éste le dijo que el culpable es Ignacio, por que su gente esta desmotivada ya que le había quitado sus principales clientes, pues esto lo puso muy furioso a Ignacio y comenzó a gritar. Otra vez le gano su ego pero se dio cuenta, así que dio por concluida la reunión y cito al día siguiente al gerente de ventas para arreglar el asunto.
Ignacio se dirigió a la casa del maestro a contarle lo sucedido. Ahí le dijo que se propuso vencer a su ego pero finalmente el ego lo domina.
El maestro le explicó que cuando uno se propone una meta con tanto apego y deseo y al querer ser el vencedor y ganarle al ego, uno simplemente actúa con el ego. Cuando uno se molesta o angustia atrae el ego, por el contrario cuando se esta en paz, en tranquilidad aleja el ego. El maestro concluyó diciéndole que uno siempre debe hacer lo mejor que puede y dar lo mejor de sí, al margen de los resultados. Luego procedió a descifrar la enseñanza de la semilla de mango. Le dijo que el árbol de mango nos da sombra y nosotros le tiramos piedras todo el tiempo y encima el mango nos da frutos, entonces el mensaje que nos da el mango es el servicio desinteresado. El servicio es el opuesto al ego. Ignacio, no existe felicidad más grande en el mundo que la que se siente cuando ayudas a terceras personas. El servicio es dejar de pensar solamente en ti y pensar en los demás. Servicio es preocuparse en el crecimiento y desarrollo de otras personas.
El maestro ayudó a Ignacio a encontrar su drama, el cual era el de comunicar sus conocimientos y experiencias sobre la meditación, el control del ego, el servicio, a la comunidad empresarial. Ignacio nunca había echo una presentación, pero el gurú le dijo que preparase una presentación racional, con base y llegando a los empresarios basándose en lo que ellos quieren escuchar, pero siempre dando su mensaje.
Ignacio confesó que tenía miedo, pero el gurú le dijo que el miedo nos viene cuando sentimos que estamos pidiendo y no sirviendo. Si vamos con amor y desinterés el miedo desaparece.
Así que Ignacio acepto dar su primera presentación y volvería donde el maestro después de esta. Ignacio se preparó en hacer su conferencia en base a las cuatro semillas que conocía: el autoconocimiento, la meditación, el control del ego y el servicio.
Cuando llegó el día de la presentación, ya frente al público sentía terror, estaba angustiado, pero puso en práctica la concentración en su respiración y se calmó, poco a poco tomó confianza y dio una buena conferencia e incluso logró hacer meditar al público y al final todos lo felicitaron.
En casa del maestro, Ignacio recibió más instrucciones. Tenía que sentir amor y entrega verdadera en cada momento de su servicio. A medida que logre más éxitos tendría que meditar más.
El maestro le dio la quinta semilla y descifrarían el mensaje cuando haya crecido. Ignacio fue a su casa y sembró la semilla.

CAPITULO VI

Luego de recibir la semilla del girasol, Ignacio se interno nuevamente en su mundo empresarial, en la que enfrentaba múltiples problemas, situaciones inesperadas, y sobre todo, la desleal competencia con otras empresas dedicadas al rubro.
Precisamente, Ignacio se encontraba preocupado por el hecho de hacer un recorte de personal, y no hallaba el medio para lograr este objetivo sin tener que poner en riesgo el rendimiento de su empresa, ante este dilema Ignacio decidió dirigirse hacia su maestro, y ya teniéndolo en frente expuso todos aquellos dilemas que enfrentaba y que debía dar solución en el menor plazo.
El maestro, acostumbrado a escucharlo silenciosamente, le hizo reflexionar acerca de la semilla del girasol, y de cómo esta planta orienta su postura hacia la luz, con esto, el maestro le quería hacer ver que la meditación le estaba orientando hacia algo sublime, que estaba saliendo a la luz su espíritu de niño que había dejado hacia mucho tiempo atrás, y que ahora su vida se basaba en hechos que van con la moral y con las buenas costumbres, y que ya no era aquel hombre al que solo le importaba el fin sin considerar los medios, por el contrario ahora, el era un hombre que disfrutaba el hecho de seguir hacia adelante con mucha paz, como si estuviese seguro que el resultado de lo que emprendía seria siempre el mejor.
Ignacio, entonces comprendió que toda su vida había estado dedicada a la empresa y las cosas materiales , y que su infelicidad se debía precisamente porque carecía de una orientación hacia algo sublime, hacia algo que le hiciera sentir paz y mucho amor, no solo con los trabajadores de su empresa, si no también con su familia, y esta orientación de su vida era precisamente hacia Dios, al hacer eso, el estaría mas tranquilo consigo mismo y sobretodo con aquella fuerza interior que solo Dios es capaz de dar a aquellos que lo aman.

CAPITULO VII

Después de aprender la enseñanza de la quinta semilla, Ignacio trato de orientar sus acciones hacia la luz, hacia Dios, para tomar alguna decisión ahora analizaba los resultados a largo plazo antes de los fines de lucro, primero analizaba todo éticamente y después tomaba la decisión correcta. También siguió dictando sus conferencias en las cuales había tenido mucho éxito ahora tenia claro su darma, este tema de la espiritualidad era muy novedoso y habían muchos temas acerca de cómo trabajare en equipo.
Pero a pesar de el cambio en la vida de Ignacio, él vivía en un constante estrés, tanto que vivía corriendo de un lado a otro tratando de hacer de todo para lo cual el tiempo no le alcanzaba, habían pasado ya 6 meses desde que planto la ultima semilla, la cual era una planta de pino.
Ya era tiempo de ir a visitar a su maestro por lo que Ignacio se propuso estar muy atento a sus problemas para poder así consultarlos con él, ese día como siempre estuvo muy ocupado atendiendo asuntos de la empresa, por lo que al final del día no había concluido casi ninguno de sus objetivos.
Esa tarde apenas llego a la casa del maestro le contó lo que pasaba, el maestro lo escucho con paciencia y luego lo llevo al jardín le dio un recipiente rajado y le dijo que regara una palmera, el agua se salía por la rajadura. El maestro le explico que los seres humanos son iguales, gastan su tiempo en cosas que no son importantes y por eso el tiempo se les escapa de las manos.
El maestro le dijo a Ignacio que debería de priorizar las actividades que realizaba, y que le diera mas responsabilidades al personal de su empresa, y dejara que ellos fueran mas independientes, que dejara de lado las actividades en las que el no aportaba un valor, que si quería enseñar a las personas la importancia de la meditación y la paz interior no podía pasarse la vida estresado por problemas de poca importancia, también le recomendó que organizara su semana con horarios que debería respetar para así darle prioridad a las actividades de verdadera importancia.
El maestro le pregunto a Ignacio si sabia cual era la semilla que le había dado, él le respondió que era un árbol de pino, le explico que la peculiaridad del pino es que es un aclara muestra del equilibrio perfecto, pues sus ramas están dispuestas de tal modo que ninguna le hace sombra a otra e incluso cuando cae nieve pierde ese equilibrio, y que así como el pino los seres humanos debemos buscar el equilibrio en los diferentes roles que asumimos en nuestra vida.
Luego fueron a la cocina donde el maestro puso a hervir agua y luego le dijo a Ignacio que tratara de coger el vapor de agua, después le pido que tratara de coger el agua que salía del caño y finamente le pido que tratara de agarrar unos cubos de hielo, para terminar concluyo con que el tiempo es como el agua y que dependiendo como lo manejemos se comporta como tal, así que de ahora en adelante cada fin de semana Ignacio debería planificar su tiempo priorizando.
Para concluir el maestro le dijo a Ignacio que si el pino no recibiera los nutrientes adecuados para su desarrollo seria en vano tratar de mantenerse equilibrado, por lo que la alimentación era un punto muy importante para lograrlo, le dijo que existen 3 tipos de alimentos, los tamásicos, carnes rojas, comida enlatada, etc. Los cuales causan somnolencia e inacción, los rajásicos, pescado, pollo, café que dan euforia y agresividad, y los sátvicos frutas y verduras, que producen alegría, claridad, lo que debemos hacer evitar los primeros, consumir moderadamente los segundo y centrar nuestra alimentación en los terceros.
Nuestro cuerpo nos da señales acerca de lo que es bueno para nosotros pero la mayoría de veces no nos damos cuenta y aunque es difícil cambiar de hábitos era nuestra decisión hacerlo o no.
Finalmente Ignacio pregunto si le daris otra semilla y el maestro le respondió que primero practica todo lo hablado y luego hablarían.

CAPITULO VIII

Luego de su reunión con el maestro, Ignacio puso en práctica todo lo que se le había recomendado. Consumía comida sátvica, dejó de lado la televisión para leer y pensar, había bloqueado tiempo en la semana solo para pensar, los fines de semana se dedicaba a su familia.
Después de seis semanas, Ignacio fue a ver al maestro para recibir la última semilla, pero no lo encontró; preguntando a una señora de su paradero, se enteró de la trágica muerte de su maestro, Ignacio se sintió con rabia impotente, sensación de estafa y miedo; se dio cuenta de su egocentrismo y pensó en todo el tiempo que estuvo con el maestro, que jamás le había preguntado sobre su vida, de donde venía, como era su familia, cual era su historia personal o como se sentía.
Ya en su casa, Ignacio tomaba conciencia de cuanto apreciaba y necesitaba al maestro, y al frente suyo, en las plantas, estaban todas las etapas por las que había pasado. Recordó el mensaje de cada una de ellas y de los cambios que había pasado en su vida en cada etapa. Vio la primera semilla y recordó como el maestro le enseñó que sus conductas del presente estaban asociadas al pasado; la mimosa púdica, que representaba la importancia de la meditación; la rosa que representaba el control del ego; el árbol de mango, que representaba el servicio desinteresado, el girasol, la toma de decisiones éticas y finalmente el pino, que lo ayudó más pragmáticamente en el control de su vida y dirigirla hacia las cosas más importantes.

CAPITULO IX

Tres semanas después, el servicio le había ayudado a liberarse del peso de la muerte del maestro, pero sentía frustración por no terminar su educación espiritual. Una noche, Ignacio encontró un sobre extraño encima de su mesa, se trataba del maestro, en donde daba información sobre la última semilla.
La última semilla es de la libertad y está representada por el árbol de hunco. Este tiene la particularidad de ser totalmente flexible. Lo único rígido y no se muere es su raíz. A diferencia de las otras semillas, este tiene muchos mensajes de sabiduría.
La flexibilidad nos dice que en la vida debemos tener la libertad de adaptarnos a los vientos del cambio, en el plano material todo cambia, lo único que no cambia es tu espíritu; nuestro cuerpo está preparado para cambiar; pero nuestra mente no. Este es el reto del ser humano: tener el valor de crear nuevos caminos y dejar las rutas conocidas, para mejorar y crecer.
La sabiduría del desapego. En la superficie el hunco no está arraigado a nada, fluye con los vientos y no ofrece resistencia. Los seres humanos debemos ser libres y no arraigados a lo superficial a los bienes materiales y las formas. Nuestro arraigo debe estar sólo en nuestro espíritu. El desapego debe ser con compasión, es comprender que Dios está en todas las cosas.

CONCLUSIONES

Capitulo 1
La vida desordenada, el buscar culpables no conduce a nada bueno, sino por el contrario empeora las cosas y aumenta la infelicidad. La felicidad se consigue dándole mas importancia al espíritu, que es la que la siente, tampoco se encuentra en bienes y logros materiales.

Capitulo 2
Cada vez que nos encontramos en una situación difícil, siempre afloran nuestras conductas más internas que están almacenadas en nuestro subconsciente, estas emociones destructivas que manifestamos sin darnos cuenta, pueden herir tanto física como emocionalmente a los demás, si nos conocemos más a nosotros mismos tendremos mas libertad y seremos capaces de ser felices y esto se logra con paciencia.

Capitulo 3
La meditación es una disciplina que muy pocas personas logran desarrollar pues necesita disciplina, y sobre todo mucha dedicación, al principio puede resultar difícil pues dejar los pensamientos de lado no es algo que se logre fácilmente, pero una vez que lo logramos se abre un mundo de cosas nuevas y maravillosas, pero no debemos olvidar cual es el verdadero fin de la meditación, el cual es estar en contacto con nuestro alma, y no debemos dejarnos llevar por los aspectos fenomenológicos que nos pueden alejar de nuestros verdazo camino.

Capitulo 4
Al conocernos a nosotros mismos nos damos cuenta como es que realmente hemos vivido, y como es que nuestra memoria subconsciente influye en nuestra vida presente, con la meditación nos damos cuenta que todos tenemos una energía vital con la que debemos estar en contacto, descubriendo el amor que llevamos dentro, todos tenemos ego por el cual muchas veces nos dejamos controlar, siendo soberbios y mostrando arrogantemente que somos mejores que los demás, pero muchas veces por dejarnos dominar por el ego no nos damos cuenta de la infinita cantidad de oportunidades que perdemos de aprender de los demás, estamos en una época de aprendizaje continuo y tal vez nosotros seamos buenos en algunas cosas pero hay otros aspectos en los que otras personas son mejores que nosotros y deberíamos por tanto a prender a ser humildes a controlar nuestro ego para poder aprender de los demás.

Capitulo 5
El servicio es amor y entrega desinteresada opuesta al ego exacerbado que es obsesión por objetivos personales, en cambio el servicio es dar y hacer lo mejor que se pueda, para el crecimiento y desarrollo de otras personas sin esperar nada a cambio.

Capitulo 6
Muchas veces estamos en busca de cosas materiales y de la realización de metas, las cuales creemos que nos darán la felicidad, así que no nos importa hacer lo que sea para lograrlo, pero en esta parte aprendemos que no debemos ver los resultados inmediatos sino verlos a largo plazo, orientar nuestras acciones hacia la luz hacia el bien para los demás y Dios nos recompensara con creces, pues solo actuando de acuerdo a nuestros principios y valores podemos crecer como personas.

Capitulo 7
Vivimos en un mundo de constante cambio en el que el tiempo aparentemente vuela de nuestras manos, y lo que la semilla del pino nos enseña es que debemos darnos tiempo para todo, dando prioridad a las actividades que realmente importan pues si tratamos de hacer todo a la vez al final terminaremos sin concluir con nada, también es importante cuidar nuestro cuerpo mediante una buena alimentación tanto física como mental.

Capítulo 8
En el capítulo se aprecia cuanto es que Ignacio aprecia a su maestro y la falta que le hace en la vida, se da cuenta de que su ego sigue presente, preocupándose más por él mismo que por su maestro, hace recuerdo de todas las enseñanzas de su maestro a través de las plantas. La frase: Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde; se adapta a este capítulo.

Capítulo 9
Si entendemos que el árbol de hunco, representa lo flexible y la sabiduría del desapego, entonces nosotros los seres humanos debemos estar preparados para los cambios y a ser flexibles en nuestras vidas, para esto tenemos que aprender a controlar nuestro ego; atrevámonos a retar lo establecido; debemos ser libres. No nos aferremos a los bienes materiales, sino solamente a nuestro espíritu que es lo que más importa, el único que se unirá con Dios, aprendamos a sentir a Dios en cada respiración y meditación, ayudémonos unos a otros ya que todos somos parte de Dios y estamos en busca del camino para encontrarnos con él.

AUTOR: David Fischman 
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