Solución a la tensión fatigante
La impaciencia
por el mucho trabajo
o
por sus complicaciones,
puede
provocarte una tensión fatigante.
La
solución a tal presión nerviosa
es
la relajación física y mental.
Aprende
a descansar
practicando,
cada día,
el reposo
restablecedor.
Suelta
los músculos y siéntete en paz.
Haz
veinte respiraciones profundas,
rítmicas
y sosegadas,
tres
veces al día: Por la mañana,
antes
de almorzar y en la noche.
Serena
tu espirito.
Repite
interiormente: “PAZ Y QUIETUD”…
“PAZ
Y QUIETUD”…”PAZ Y
QUIETUD”…
La forma sabia de solucionar
los conflictos
es enfrentarlos con calma.