En
el primer libro de Alejandro Romualdo, la torre de los alucinados, aparte de la
presencia de Eielson puede a advertir la de Rilke; tiene como especial
característica la reminiscencia de una infancia feliz; ese mundo invocado y
embellecido por la palabra de Romualdo tiene connotaciones religiosas.
El
lenguaje utilizado es edulcorado, pero en ocasiones muestra ya esa tendencia de
evidenciar lo que caracterizaría a su poesía posterior.
Después,
en contacto con algunos poetas españoles como Alonso, alexaindre, bousoño y
especialmente Otero, la poesía de Romualdo se transforma y se torna
materialista.
En
los años 50/52, la poesía de Romualdo se distinguirá todavía por una
preocupación de orden religioso; la divinidad aparece hermanada con el hombre,
y más aún, inventada por él. Después, en el poemario España elemental, el tema
es el dolor por el sufrimiento del pueblo español.
El
recurso formal más importante de Romualdo es lo que Bousoño llama la rotura del
sistema y es realizado más en el plano semantico que en el sintáctico.
Toda
esta primera frase de la poesía de Romualdo culmina con camara lenta (1950) y
el cuerpo que tu iluminas (1951).
Una
segunda frase de la producción de Romualdo es la que se inicia con Edición extraordinaria
(1958), donde el poeta recurre al lenguaje periodístico de la frase hecha,
impactante, y bastante directa.
