Resumen:
María, una joven del interior de Brasil, que
aparentemente se entero demasiado joven de los dolores y el desamor que trae la
vida. Ella desea vivir nuevas experiencias, aventurarse, pues a pesar de haber
perdido de cierta manera la esperanza en el amor, sigue siendo una especie de
romántica incurable. Un día se le presenta la oportunidad de viajar a Río de
Janeiro, donde conoce a un Suizo que prácticamente le ofrece el “oro y el moro”
(trabajo, fama, fortuna) a lo que ella, pensando que era su oportunidad de
lanzarse en la aventura, acepta.
Así
llega a Suiza donde descubre que las cosas no son tan buenas, y tiene que
trabajar como bailarina en una especie de cabaret, sin mencionar que el sueldo
no se acercaba en lo más mínimo a lo planteado al principio. En fin, un día en
que falto a su labor, fue despedida y se vio después, dadas las circunstancias,
obligada a convertirse en prostituta, y comenzó a trabajar en “la Rue Berne” un
barrio de la prostitución.
Así
entro al “Copacabana” la discoteca más valorada del la “Rue Berne”, donde
rápidamente se hizo su propio prestigio entre los clientes y con el dueño del
local, un hombre muy sabio y muy reservado, a pesar de lo que hacía; Milán, era
su protector.
Ella
comenzó a reunir dinero y a hacer planes, de regresar a casa, triunfante,
comprar una hacienda y llevar a sus padres a una vejez tranquila (solo
trabajaría un año) Gracias a sus proyectos y a la búsqueda de conocimiento,
conoció a una bibliotecaria, que durante ese tiempo fue siempre su única amiga,
por quien tuvo un gran aprecio, y a quien, indirectamente, ayudo a descubrir
cosas sobre su sexualidad de las que no tenia idea.
Paso
el tiempo y un día, casualmente conoció a Ralf Hart, un pintor, con el que tuvo
una conexión inmediata. Ellos dos emprendieron una relación del alma, un
conocimiento mutuo, mas allá de lo que María esperaba jamás en su vida, donde
la esperanza en el amor estaba perdida. También conoció la verdad sobre los hombres,
que solo desean ser escuchados y buscan el sexo tan desesperadamente por que la
sociedad los obliga y los hace pensar que eso es lo que DEBEN hacer. Conoció a
miles de hombres y miles de rostros humanos. Conoció y dio nombre a lo que son
LOS 11 MINUTOS, lo que duraban sus relaciones, los minutos que esos hombres mas
deseaban en sus largos y tediosos días, aparentando, cumpliendo en sus casas,
cumpliendo en sus trabajos..
Conoció
el dolor y el placer y como ellos se relacionaban, primero mediante un cliente,
que le enseño el sadomasoquismo, y después mediante Ralf, que le enseño el
dolor del castigo físico, pero no el sexual, sino el que lleva a superarlo
todo, a la paz interior. Gracias a Ralf pudo llegar al orgasmo, cosa que JAMAS
había conseguido, y por lo que se había torturado pensando en que era la única,
una especie de fenómeno.
Así,
mediante no solo el conocimiento íntimo del cuerpo de su amante, sino también
del conocimiento profundo de su mente y de su alma, llego a un éxtasis que la
llevo mas allá del plano terrestre, hasta el placer espiritual.
Entonces
por fin llego el día de dejarlo todo, de volver a Brasil, de cumplir su sueño,
de comprar la hacienda. Así que se marcho, sin mas, dejando a Ralf atrás, pero
sin embargo con el deseo oculto de que, como en las películas, él apareciese
tras de ella.
Pero
eso no ocurrió, ella llegó al aeropuerto, se subió al avión, y el no apareció.
Pero
como, los finales felices son los mejores, mientras esperaba en un trasbordo en
Paris, de pronto una voz familiar le habló, y ella lo sintió tras de sí.
Allí
Ralf le dijo, que no tuviera miedo de que el sueño terminara, que podían
intentarlo, y podían intentar saber, que era lo que venia después de las
películas, cuando en pantalla aparec
PERSONAJES:
María: una chica del interior de Brasil,
inteligente y hermosa, que supo utilizar siempre su belleza para dominar a los
hombres, a quienes ella veía como una amenaza, seres de quienes jamás obtendría
lo que ella deseaba: amor, estabilidad, matrimonio, casa en la playa, hijos
famosos, vejez pacifica.
Ella
deseaba y creía en la búsqueda de la felicidad, de la aventura, y por ello
acepto el irse a Suiza con este hombre que no conocía. María poseía una enorme
fuerza de voluntad y de auto superación y esto fue lo que la salvo de caer en
lo más oscuro del trabajo que escogió, o que como ella pensaba, la vida le
había escogido.
Ralf: Era un pintor, bastante guapo pero
desaliñado. Era una persona que lo tenía todo, pero que en el fondo estaba
vacía, buscando algo que lo llenase y le diera felicidad.
Era
un hombre muy sabio y pudo enseñarle muchas cosas a María, cosas que la
ayudaron muchísimo y que la acercaron a él en aquel conocimiento mutuo que era
su relación.
Heidi: Ella era la bibliotecaria que María solía
visitar buscando libro sobre una serie de cosas de las que quería informarse.
Se volvió en la única amiga que tuvo ella en Ginebra. Ella era como todos los
suizos, una mujer que aparentaba ser recatada, conservadora y no hablar mucho
sobre su vida. Pero después de que María le pidió unos libros sobre sexo, y
ella comenzó a ojearlos, descubrió muchas cosas de su vida que jamás había
comprendido. Comprendió que no era la única que no tenía orgasmos, que no era
la única mujer insatisfecha, comprendió así lo mal que había salido su
matrimonio. Y si, después de mucho tiempo recordó que era una mujer, que a
pesar de siempre comportarse como una persona ejemplar, había sido infiel,
había fallado, había sucumbido ante la búsqueda del placer.
Milán: El dueño del “Copacabana”. Era como un
padre responsable de todas las mujeres que allí trabajaban. Las defendía de
clientes inadecuados y las reprendía cuando cometían errores. Era un hombre muy
respetable y conocido, a pesar de ser dueño de un “burdel”. Y siempre advertía
a sus chicas, que JAMAS lo avergonzaran ni hicieran un escándalo que lo pudiera
llevar a tener problemas con su familia, pues para Milán ellos eran los más
importantes.