Los últimos días de Pompeya, de Edward Bulwer Lytton
Resumen:
El
24 de agosto del año 79 el poderoso volcán Vesubio, que llevaba 1500 años sin
erupciones, destruyó la ciudad de Pompeya. Ciudad romana orgullosa y, según
algunos, libertina, el rico puerto fue arrasado por la explosión volcánica
terrible que cobró la vida de la mayoría de sus habitantes.
Sólo
en 1748 la ciudad fue oficialmente redescubierta (hay evidencia de saqueos
arqueológicos anteriores a esa fecha) y se iniciaron las excavaciones que continúan
hasta hoy. Estupendamente conservada bajo una capa de lava y cenizas, la ciudad
ofrece un espectáculo terrible, pues se ha encontrado restos humanos en las
posiciones que adoptaron durante el terrible suceso. Se han hecho, incluso,
dramáticos moldes de yeso que muestran la horrible muerte de los ciudadanos.
Algunos, cubriéndose la cara para no respirar los gases tóxicos; otros,
aferrados a sus tesoros; no son pocos los que están embriagados o envenenados a
juzgar por los recipientes a su alrededor. Dramático resultó encontrar a los
soldados y centuriones romanos en posición de guardia y a los perros atados a
sus cadenas.
Todo
este espectáculo atroz fue contemplado de manera muy vívida por el talentoso
escritor inglés Edward Bulwer Lytton quien, basándose en sólidos datos
históricos sobre las costumbres y los habitantes de la ciudad, construye una
historia de amores, traiciones y venganza que ha encandilado a los lectores
desde que apareció publicada en 1834.
El
héroe de la obra es el ateniense Glauco, quien se siente atraído por la bella
napolitana Iona. Al mismo tiempo, el malvado hechicero egipcio Arbaces pretende
hacer suya a la joven, es este sacerdote de Isis un personaje sin escrúpulos
que, con ayuda de su influencia religiosa y su fama de poderoso mago, logra
condenar al joven Glauco por un crimen que había cometido él. Glaudo sería
arrojado a las fieras en el circo. Pero la hermosa y joven ciega Nydia, que
había sido vendida como esclava y que ahora servía y en secreto amaba a Glauco se las ingenia para salvarlo de una muerte
segura. Exquisita, dulce, talentosa y hermosa, esta joven, llamada en verdad
Helena, es la verdadera heroína de la historia y obtiene su premio al encontrar
a su verdadero padre al final de la obra.
Novela
verosímil en extremo, muestra y desenmascara las supercherías y falsedades de
los sacerdotes egipcios, la nobleza y el espíritu heroico de los primeros
cristianos, la fastuosa vanidad de los cortesanos y ricos, las ambiciones de
dinero, poder y fama de los ciudadanos, autoridades y hasta de los gladiadores.
Es un bosquejo humano tan nítido y real que no sólo representa a la Roma del
siglo I, sino que a la misma sociedad actual.
Vale
la pena releer esta interesante obra que nos recrea, de manera brillante, los
últimos momentos de una ciudad hoy convertida en leyenda.