Los viajes del
abuelo (cuento)
Todas
las noches antes de acostarse, el abuelo se sienta sobre la cama, abre su cofre
de madera y mira las cosas que hay dentro.
Luego,
lo cierra y vuelve a ponerlo en su sitio.
Me
gusta observarlo, en silencio, desde la puerta.
Nunca
lo he interrumpido. Pero me intriga mucho lo que el abuelo guarda con tanto
interés.
Por
eso, y porque creía que el abuelo no estaba, he cogido el cofre para tocarlo y
ver si podía adivinar lo que contenía.
¿Qué
guardará aquí dentro?
En
ese momento apareció el abuelo.
–¿Qué
buscas debajo de mi cama?
¿Qué
tal, eh? ¿Cómo le habrá ido al pobre nieto? A ver quién lee el libro y luego
nos lo cuenta a los demás.