RESUMEN:
Nos
narra la tragedia del alumno Cuellar del colegio miraflorino “Champagnat”. El
autor nos describe como era Cuellar: era chanconcito (pero no sobón): la
primera semana salió quinto y la siguiente tercero y después siempre primero,
hasta que se produjo ese fatal accidente. Es a partir de allí que empezó a
flojear y a sacarse malas notas.
Un
día después del entrenamiento de fútbol, se fueron a bañar como de costumbre:
Lalo, Cuellar, Choto, Chingolo Y Mañuco. El perro danés Judas, entró al baño,
todos escaparon por la ventana, pero menos Cuellar. Judas le dió un mordisco en
el órgano genital de Cuellar, castrándolo.
Este
accidente en la vida de Cuellar va a cambiar la conducta del aplicado alumno.
Sus padres aceptaban todos sus caprichos, los profesores lo aprobaban a pesar
de su bajo rendimiento. Se vuelve sumamente agresivo con sus amigos y no
permite que le llamen “pichulita Cuellar”.
Cuando
Cuellar llego a la etapa de la adolescencia, su conducta era insoportable. Sus
amigos empezaron a tener enamoradas, pero Cuellar no logró tener enamorada
sumiéndose en la soledad y en la violencia, como resultado de su impotencia.
Un
día Cuellar conoció a Teresita Arrarte y se enamoró perdidamente y se volvió nuevamente
sociable y su vida cambió en forma positiva. Para su desgracia, teresita se
enamoró de otro y Cuellar al enterarse de esto, casi se volvió loco y volvió a
caer en su depresión que lo iba consumiendo poco a poco. Sus amigos habían
cambiado mucho en sus vidas.
Cuando
Chingolo regresó de estados unidos casado con una gringa y con dos hijos,
Cuellar ya se había ido a la montaña. En realidad a sus amigos la vida les
sonrió; en cambio, Cuellar tuvo un triste final, se mató en su automóvil en las
curvas del Pasamayo