RESUMEN:
Argumento del libro "Rastros Sangrantes"
Un
terreno donde se sembraba arroz había sido invadido por muchas familias entre
ellas la de Grimaldino Carhuapoma (estudiante de Derecho), su esposa Luzdena
Arenales (estudiante de Enfermería) y su hija Dalila.
Dicho
lugar estaba impedido de ser urbanizado y las familias sabían que tarde o
temprano serían desalojados. Cuando se produjo el desalojo, en pleno
enfrentamiento, un guardia fue asesinado por su jefe inmediato, por desobedecer
sus órdenes.
Del
tal crimen fueron inculpados y llevados a la cárcel algunos invasores; entre
ellos Grimaldino.
La
municipalidad, para evitar que los invasores sigan paseando, a los fallecidos
en la reyerta, por las calles de Concochinan les ofreció un lugar fuera de la
ciudad para que pudieran habitarlo.
Era
un basural. Hombres y mujeres, trabajaron muy duro para limpiarlo y poder
construir sus casas. El nuevo lugar fue llamado Pueblo Naciente, allí las
familias vivían en condiciones infrahumanas.
Cuando
Grimaldino abandonó la cárcel se dedicó a cortar cabello. Salía con sus tijeras
y su Código Penal para llevar a casa algo de dinero. Pues Luzdena Arenales
había de darle una nueva niña, a quien llamaron Loredina.
Esta
niña murió por falta de defensas en su organismo. Grimaldino antes que muera su
hija se había endeudado por un lado y otro.
Las
deudas lo atosigaban hasta que una noche salió despavorido gritando “¡Quiero un
empleo! ¡Quiero un empleo!”. Con él llevó sus tijeras, una silla y su Código
Penal. Grimaldino había enloquecido.
Luzdena
trabajó valientemente para salir adelante, a la vez que buscaba a Grimaldino a
quien después de tanto esfuerzo logró rehabilitarlo, con la ayuda de algunos
doctores “... Salió del nosocomio casi marchando, al compás de un silbido alegre,
como si se hubiera propuesto borrar los rastros sangrantes que hubimos dejado.