RESUMEN DE LA OBRA FUENTE OVEJUNA DE - FELIX LOPE DE VEGA
ARGUMENTO
La
obra se basa en un episodio histórico que ocurrió en Fuente Ovejuna, un pueblo
cordobés en 1476. Es la época de la reconquista y de la sociedad feudal tardía.
Este pueblo es sometido no a la monarquía sino a la Orden de Calatrava.
El
Comendador del pueblo, Fernán Gómez de Gúzman, no respeta las leyes y abusa de
su poder, traicionando los principios feudales y comportándose como un tirano.
No sólo traiciona al puebo, sino también a los Reyes Católicos, cuando decide
atacar Ciudad Real. Tras una dura batalla, conquista dicho pueblo para el bando
de Juana la Beltraneja.
Mientras
tanto, Laurencia, la hija del alcalde, le dice a una amiga que el Comendador,
que ya tenía fama de aprovecharse de las mujeres del pueblo, le había propuesto
a Laurencia ser amantes, pero ella lo rechazó.
Los
Reyes Católicos se enteran de que la Ciudad Real ha sido conquistada por las
tropas del Maestre de Calatrava y de Fernán Gómez y deciden enviar sus tropas a
Ciudad Real para derrotar a los de Calatrava y retomar la ciudad.
El
Comendador se encuentra por casualidad con Laurencia y trata de llevarla a su
palacio a la fuerza. En ese momento llega Frondoso, que está enamorado de
Laurencia, y la rescata, apuntándole su ballesta al Comendador. Tras este
suceso, el Comendador está furioso por el rechazo de Laurencia y quiere detener
a Frondoso por haberlo amenazado con la ballesta. Además, recibe la noticia de
que los Reyes Católicos han retomado Ciudad Real.
Frondoso
le pide la mano a Laurencia y ella lo acepta, pero en medio de la celebración
de la boda, llega el Comendador y detiene a los novios.
El
pueblo, ya harto de los robos, atropellos y crueldades del Comendador, decide
unirse y tomar la justicia por su mano. Una noche llegan al palacio, invaden su
casa y lo matan en nombre de Fuente Ovejuna y de los Reyes Católicos.
En
el juicio, cuando el juez les pregunta quién mató al Comendador, todo el pueblo
responde: “Fuente Ovejuna, señor”. El pueblo pide el perdón real y los Reyes
Católicos absuelven el pueblo, porque es imposible determinar la identidad de
los culpables concretos, e incorporan la villa a la corona.