RESUMEN:
Argumento del libro
"Saul" de Vittorio alfieri.
Este drama, basado en el personaje bíblico
que fuera Rey de Israel, se estrenó en 1789. Se desarrolla en cinco actos y en
verso. Está catalogada como la obra más perfecta de Alfieri. Es un retrato del
alma del atormentado Rey.
El drama comienza cuando, después de haber
derrotado a Goliat, David es premiado por Saúl otorgándole la mano de su hija,
la princesa Micol.
La excesiva simpatía y admiración que David
despierta en los cortesanos y el pueblo en general hacen que se apodere de Saúl
una extraña sensación, que se convierte más adelante en odio; poseído por esta
pasión furibunda, tan solo piensa en acabar con David, quien debe huir para
salvar su vida.
Entre tanto, el ejército de Israel continúa
los combates contra los filisteos. La vida de David se convierte en una serie
de peligros y asechanzas, así que, solitario y cansado, decide presentarse ante
el Rey, a sabiendas de que sobre él pesa una condena.
Gionata y la princesa (hijos de Saúl) tratan
de disuadirlo de tal decisión, pero terminan por ser convencidos ante el
magnetismo del héroe israelita, y luego de firmar un pacto según el cual nada,
solo la muerte, habrá de separarlos, hace que Gionata prepare una entrevista
con el Rey.
Así, los tres se presentan ante el soberano,
quien monta en cólera y quiere acabar con David, pero sus hijos lo convencen de
la nobleza del joven, y el mismo David da pruebas de ello cuando muestra a Saúl
un pedazo de su manto que cortara en una ocasión en la que Saúl dormía en una
caverna (episodio que refiere la Biblia y según el cual David se encontraba
escondido en la misma caverna donde entró Saúl. Al quedarse dormido el rey,
David se acercó y cortó un pedazo de su túnica), donde hubiera podido matarlo
sin ningún riesgo.
Saúl, convencido por la fuerza de tal
argumento, organiza un banquete de reconciliación, al término del cual,
observando que David no ha ceñido la espada obsequiada por él., vuelve a ser
poseído por ese espíritu de odio contra David; pasión que lo lleva a romper su
amistad con él y a ordenar su muerte y la del supremo sacerdote Alimelech, que
ha intentado hacerlo cambiar de opinión.
Comienza la batalla contra los filisteos y
Saúl observa cómo su ejército va siendo derrotado, siente sobre si los
fantasmas de sus víctimas y los terrores creados por el mismo acosándolo,
torturándolo.
El desenlace se suscita cuando los filisteos
toman la ciudad. El Rey se suicida arrojándose sobre su propia espada.
Saúl es el más humano de todos; en él
confluyen los valores positivos de la magnanimidad y el heroísmo, pero también
los oscuros y complejos sentimientos que precipitan su caída. Tras todo esto,
la imaginación poética de Alfieri ha venido a mostrarnos la impotencia de los
actos del hombre frente a los designios de la divinidad.