PROMETEO ENCADENADO - Esquilo


RESUMEN:"Prometeo encadenado" es el siguiente: En el inicio de la obra, la fuerza el poder, seguidos de Vulcano o Hefestos, aparecen conduciendo a Prometeo. El poder anuncia que se hallan en el camino del país de Escitia, confín ultimo del universo. Se ordena entonces a Hefestos (Dios cojo de la forja) que ate a Prometeo con cadenas irrompibles en la cima del peñasco. Prometeo había robado el fuego del cielo para dado a los hombres y era justo que pagara la pena merecida a la cual Zeus lo condenaba.
Hefestos se resiste a principio cumplir con la orden, fuertes lazos lo unen a Prometeo, pero el poder lo conmina a obedecer, luego de lo cual, todos se marchan. Prometeo invoca al Sol y la Tierra para que le contemplen su estado; a su vez, manifiesta que es preciso aceptar la suerte con serenidad de ánimo y comprender la imposibilidad de una lucha contra la fuerza del destino. Aparece en la cumbre más cercana un carro alado en el cual vienen unas ninfas Oceánicas quienes le piden no temer y a la vez sienten tristeza por la suerte del Titán.
Le pregunta la razón del agravio que le hizo merecedor de semejante castigo; el héroe le responde que desde el día en el que el odio habito en el corazón de los dioses y la discordia se levantó entre ellos, algunos querían que Cronos (dios del tiempo) perdiera su trono para que este fuese ocupado por Zeus, mientras que otros, por su parte, luchaban para que Zeus jamás reinara entre los dioses. Continua relatando Prometeo que el mismo intento persuadir a los Titanes (enemigos de Zeus) quienes no le oyeron y consideraron que la fuerza era suficiente para el logro de sus propósitos.

Pensó entonces que lo mejor era unirse a su madre para ayudar a Zeus, gracias a lo cual, el Tártaro, profundo y negro abismo encerraba hoy a Cronos y a los Titanes. Sin embargo, inmediatamente Zeus tomo el trono de su padre, repartió sin demora los honores entre los diferentes dioses, empezando por ordenar la jerarquía de su imperio sin acordarse ni siquiera por un momento de los miserables mortales, por el contrario quería aniquilarlos y crear una raza nueva. Solamente el, promete o, se opuso a esa tentativa; entonces se atrevió a abogar por ellos, los liberto y evito que se vieran precipitados y destruidos por el Hades (la muerte). Es entonces la razón por la cual gime ahora bajo el pesado tormento que le han impuesto. El coro de las Oceánicas expresa su tristeza y Prometeo recibe condolencias del mismo océano:… 

“Océano: llego a la meta de un largo caminar, en mi marcha hacia ti, Prometeo, guiando con mi sentir este ave sin freno, de raudas alas. Con tus infortunios, ten por sabido, ,e conduelo. Nuestra común estirpe, creo, así me obliga y además, nadie hay de la familia a quien mayor parte diera yo que a ti ”…
Es entonces el coro quien sugiere a Prometeo la razón de su desgracia:” no asistas pues a los mortales más de lo que conviene, ni te olvides de tu propia desgracia, porque yo tengo esperanzas de que tú, liberado incluso de estas  cadenas, en nada menos poderoso serás que Zeus”.


Promete o responde que pata esto no ha llegado aún la hora decretada por la Parca; solo después de haber parecido miles de torturas y calamidades podrá liberarse de sus lazos, y el tiempo de dar a conocer  el secreto que posee y según el cual, Zeus podría caer, no ha llegado todavía. Aparece entonces lo convertida en ternera y atormentada siempre por un tábano que no es otra cosa que el símbolo del remordimiento. Promete o escucha las quejas de la diosa que hacía poco era la amada de Zeus y ahora, transformada por el odio de Hera (esposa de Zeus) en una becerra, sufría los tormentos del tábano. Promete o le predice nuevos tormentos y le recomienda que se dirija hacia donde la amazonas quienes habrán de indicarle el camino. Los vaticinios del héroe encadenado plantean que de lo habrá de nacer el que lo librara de sus cadenas.

Debido a sus incesantes determinaciones, Zeus será despojado de su cetro; realizara una boda que será su perdición, pues engendrara un hijo que será más fuerte que su padre. Llega entonces Apolo mensajero de Zeus y conmina a Prometeo para que le rebele cuales habrán de ser esas bodas que derribaran el trono de su padre. Prometeo entabla un largo dialogo con él y en el transcurso de este, le responde al dios alado con impertinencia. Al marcharse el dios hijo de Zeus, un trueno sobrecogedor hace saltar las rocas y Prometeo queda cubierto por ellas. El drama termina cuando Prometeo, luego que las Oceánicas y Apolo se han marchado, queda solo invocando al éter y a su madre para que contemplen los horrores de su sufrimiento.
Esquilo aprovecho el mito de Prometeo para dramatizar el tema del poder. ¿Es justo Zeus cuando castigan al Titán rebelde? ¿Debe ser condenado el Titán por su desacato y su audacia? Existen normas que deben ser respetadas tanto por el poderoso como por el justo y, 10 más importantes: ¿existe finalmente, una conciliación entre autoridad y libertad?
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