Argumento del libro "Nuestra señora de Paris".
El
inescrupuloso Claudio Frollo, diácono de la catedral. Tenía un insano eseo por
la hermosa gitana Esmeralda, quien realmente no era gitana, sino hija de una
joven de buena familia, paquita, a quien le roban a su hija pequeña, cuando
aquella empobrece se hace llamar Gúdula.
Claudio
le pide a Cuasimodo, “su perro fiel”, que rapte a Esmeralda, acto frustrado por
el militar Febo de Chateauspers y el jorobado cuasimodo sufre castigo público.
Los celos de Frollo lo inducen a asesinar al joven militar, acusándola luego a
Esmeralda del asesinato (aunque en realidad Febo no había muerto).
Cuando
a Esmeralda la iban a ejecutar, cuasimodo la rescata y corre hacia la catedral
pidiendo asilo, protegiéndola en lo más alto del campanario de Notre Dame.
Cuasimodo también amaba a la hermosa gitana.
Frollo,
apoyado por el poeta Pedro Gringoire consigue que la chusma que vive en el
barrio de “La corte de los milagros” asalte la catedral para rescatar a la
gitana, el jorobado desde lo más alto arroja plomo hirviendo a sus atacantes.
Aún así Frollo burla la vigilancia de cuasimodo, llevándose a Esmeralda, al ser
rechazado Frollo se la entrega a Gúdula, para que cuide a la cautiva, madre e
hija se reconocen por un zapatito y un escapulario que llevaba en su pecho
Esmeralda. Gúdula la defiende de los militares, pero la llevan al patíbulo.
Cuasimodo
desesperado por la desaparición de la jovencita se vuelve loco y arroja al
vacío a Frollo. Años mas tarde, encontraron en una fosa común el esqueleto de
Cuasimodo que abrazaba a otro, el de Esmeralda.