RESUMEN:
Robinson
Crusoe, acomodado hijo de comerciantes, burgués a quien su padre pretende
convertir en abogado, escapa de su destino prefijado embarcándose en numerosas
aventuras de carácter comercial que lo arrastran por el mundo en travesías
llenas de peligros y emociones. El fracaso del último viaje que emprende (su
barco se hunde frente al Orinoco ocasionando la muerte a toda la tripulación)
desencadena un cambio radical en su vida. El hombre civilizado se encuentra de
repente solo, sin recursos, ante una naturaleza adversa que debe empezar a
conocer si quiere sobrevivir.
Veintiocho
años de soledad constituirán el precio del duro aprendizaje de Crusoe, cuya
única compañía va a ser la intermitente presencia de “Viernes”, su fiel
compañero, a quien rescata de la voracidad de su propia tribu que practicaba el
canibalismo. La presencia de los antropófagos en la isla va a revelarse cuando
el relato esta ya avanzado. “Viernes” llega a mitigar un poco la desolación de
un hombre que había asumido ya su destino solitario y aprendido el valor de
cada primitivo elemento que la naturaleza, generosa le ofrecía.
La
novela está dividida en dos partes:
La
primera titulada “Juventud de Robinson Crusoe”, consta de cinco capítulos dedicados
a poner en situación al personaje. Se nos habla en ella de su familia, de las
aventuras iniciales en el mar, de algunos episodios que precedieron al naufrago
que le confinó en la isla desierta donde va a encontrarse consigo mismo.
El
capítulo final de esta parte inicial es precisamente la detallada narración del
naufragio del barco en el que Crusoe se dirigía a Guinea (África), habiendo
zarpado de las costas brasileñas, con la finalidad de hacer trata negrera.
La
segunda parte del libro titulada “La isla” es un minucioso relato de lo que
afrontó Crusoe al encontrarse completamente solo en medio de un territorio
desconocido y sin los elementos necesarios para combatir la adversidad. Al
desconcierto inicial del comerciante y burgués, sigue el aprendizaje, el
desarrollo de un sentido práctico que garantiza su sobrevivencia y que pone de
manifiesto aspectos de su espíritu que el mismo desconocía hasta entonces.