RESUMEN: "La Mandrágora" de Nicolás de maquiavelo
Calímaco, el enamorado de Lucrecia, asocia a su empresa a Ligurio, un parasito
que frecuentaba la casa de Nicias. Lucrecia en la esposa de este, y Ligurio
finge ser un médico con tal de acercarse al lecho de la mujer, que está
enferma. Ligurio es el encargado de realizar la trampa.
El
falso médico receta una mandrágora que hará fértil el vientre de la esposa.
Nicias, que poco a poco se ha dejado convertir en instrumento inconsciente de
Calímaco, accede a la búsqueda de un hombre que este con Lucrecia en su cuarto,
pues eso hace parte de la ‘curacion’ de la esposa. Ligurio es el más
convincente y quien persuade a la madre de Lucrecia para que hable con Fray
Timoteo y lo convenza de absolver ese pequeño pecado “que va bien a la salud”.
Absueltos los pecadores, esa misma noche raptaran, al azar a un hombre que
tendrá que hacerles compañía a Lucrecia, y ese hombre resulta ser nada ni nada
menos, que el hábil Calímaco. La comedia, por tanto se encuentra en el engaño
del cándido Nicias, quien cree en todo momento que está haciendo lo más
razonable, y así aumenta la comicidad de la obra. Ligurio es un personaje que
representa la carencia de todo límite moral.
El
carácter más atractivo lo posee Fray Timoteo; en él quiso retratar Maquiavelo
una iglesia negociante: comercia con la Virgen, con el purgatorio, con la
salvación. Con este personaje, la pintura de costumbres que preparo el autor
logra la perfección. Es un hombre mediocre que solo es capaz de engañar a las
mujeres: “…la señora Lucrecia es prudente y buena. Pero esa bondad me servirá
para mis fines. Todas las mujeres tiene poco seso; y, en cuanto hay una que
sabe decir dos palabras, ya se jacta de ello, porque en tierra de ciegos el
tuerto es el rey”.
Siempre
está mascullando padrenuestros y avemarías, esta imbuido de las costumbres
mecánicas del oficio sacerdotal, pero todo aquello lo ha asumido con
indiferencia. A Ligurio, que prometiéndole abundante limosna le ruega que
favorezca un aborto, Fray Timoteo le responde: “sea en el nombre de Dios,
hágase lo que queréis, y por Dios y por caridad tómense todas las medidas…
Dadme esos dineros, para poder comenzar
hacer algún bien”. El realismo poético de Maquiavelo sirvió para
desnudar hasta la caricatura la sociedad de su tiempo. Pero el estilo es por
momentos demasiado desnudo y cruel, y llega borrarse los diálogos en un
discurso soterrado. A veces es más crítico y observador que poeta. Dividida en
cinco actos, perita en prosa y en verso. La mandrágora es una comedia vivaz y
autentica, aunque lo que en ella retrato no tardo en “pasar de lo risible a lo
trágico.