RESUMEN:
Argumento del libro "Yawar Fiesta" de Jose Maria
Arguedas.
Los
primeros capítulos nos brindan el marco histórico de la sistemática e
inescrupulosa apropiación de parte de los mistis, aprovechándose de la
ignorancia de la gente, de las zonas de cultivo y pastoreo de los nativos
andinos.
Los indígenas hallándose desprovistos de sus
recursos de subsistencia y careciendo de todo apoyo de las autoridades fueron
forzados a la pobreza y humillación.
Con
la llegada de una clase de potentados, en la ciudad de Puquio comenzaron a
convivir indígenas, mestizos y blancos. Estas clases raras veces se mezclaban,
con excepción de la fiesta indígena Turupukllay, donde todo el poblado
convergía a celebrar una especie de corrida de toro.
Esta
convivencia, al parecer pacífica, se interrumpe cuando el nuevo subprefecto
trata de instaurar medidas más “civilizadas”.
Esta
resolución incita conflictos que dividen a los puquieños entre aquellos que
querían preservar una tradición autóctona y los que, por congraciarse con las
autoridades y en nombre del desarrollo, quieren cambiar las prácticas festivas.
Los planes para la fiesta siguen adelante,
pero los preparativos se llevan a cabo en dos planos diferentes.
El
arreo del Misitu en las zonas altas exalta la determinación del indio, mientras
que las autoridades se empecinan en ejecutar las órdenes gubernamentales.
Este micro-mundo es emblemático de las
disparidades entre la sierra (Puquio) y la costa (Lima) y la falta de
comunicación que, a pesar del trazado de carreteras, no logra salvar las
distancias culturales y sociales.
La
supremacía limeña parece establecerse no sólo a través de la imposición de la
autoridad sino de la conversión de serrano residiendo en Lima a los valores
costeros.
Esta
obra exalta dos virtudes indígenas que parecieron verse amenazadas a
desaparecer por la impuesta autoridad de los mistis, la dignidad y el sentido
de comunidad de los nativos andinos.
Arguedas,
una vez más, a través del relato de la Yawar Fiesta celebra la victoria
cultural indígena forjada a través de la voluntad mancomunada de mantener en
alto la dignidad de raza.